El tamaño de la pupila predice la muerte y el reingreso hospitalario en pacientes con insuficiencia cardíaca, según una investigación publicada hoy en ‘ESC Heart Failure’, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
«Nuestros resultados sugieren que el área de la pupila es una forma novedosa de identificar a los pacientes cardíacos con un riesgo elevado de muerte o reingreso hospitalario –asegura el autor del estudio, el doctor Kohei Nozaki del Hospital Universitario Kitasato, en Japón–. Esto brinda una oportunidad para intervenir y mejorar las perspectivas».
Alrededor de 26 millones de personas en todo el mundo padecen actualmente insuficiencia cardíaca. Es una afección potencialmente mortal en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Los síntomas incluyen dificultad para respirar, miembros hinchados y fatiga. Hasta el 45% de los pacientes ingresados en el hospital con insuficiencia cardíaca mueren en el año posterior al ingreso y la mayoría muere en el plazo de cinco años. Por ello, «encontrar mejores formas de identificar qué pacientes tienen más probabilidades de ser readmitidos o morir es crucial», destaca Nozaki.
Una de las causas del empeoramiento de la insuficiencia cardíaca es la función alterada del sistema autónomo del cuerpo, que controla la frecuencia cardíaca, la digestión, la respiración, etc. La función autónoma generalmente se evalúa midiendo los cambios en la frecuencia cardíaca. Sin embargo, este método es ineficaz en pacientes con un trastorno del ritmo cardíaco llamado fibrilación auricular, que es común en aquellos con insuficiencia cardíaca.
El área de la pupila es otra forma de evaluar la función autónoma y se ha utilizado en pacientes con enfermedad de Parkinson y diabetes. Este estudio examinó si el área de la pupila podría predecir el pronóstico en pacientes con insuficiencia cardíaca.
El estudio se realizó en 870 pacientes hospitalizados por insuficiencia cardíaca aguda entre 2012 y 2017. La edad promedio fue de 67 años y el 37% eran mujeres, a quienes se midió el área de la pupila en ambos ojos al menos siete días después del ingreso hospitalario.
Para la prueba, los pacientes se pusieron gafas, esperaron cinco minutos para que sus ojos se adaptaran a la oscuridad y luego se tomaron fotos de los ojos. Fueron evaluados a una hora estándar ya que el sistema autónomo se ve afectado por la hora del día.
Los pacientes se dividieron en el grupo de área de la pupila pequeña y el grupo de área de la pupila grande según si su medida estaba por debajo o por encima de la mediana (16,6 mm2). Luego se les hizo un seguimiento de la muerte por cualquier causa (el criterio de valoración principal) y el reingreso por insuficiencia cardíaca (el criterio de valoración secundario). Se compararon los resultados de los grupos de áreas de pupilas pequeñas y grandes.
Durante una mediana de seguimiento de 1,9 años, 131 pacientes fallecieron y 328 fueron reingresados por insuficiencia cardíaca. En comparación con el grupo de área de pupila grande, los pacientes del grupo de área de pupila pequeña tuvieron una tasa de supervivencia significativamente más baja y una tasa de readmisión significativamente mayor por insuficiencia cardíaca.
Después de ajustar por otros factores que podrían afectar el pronóstico, como el índice de masa corporal (IMC) y la función renal, los pacientes con un área pupilar pequeña tenían un 28% menos de riesgo de mortalidad por todas las causas y un 18% menos de riesgo de readmisión debido a insuficiencia cardíaca en comparación con pacientes con un área pupilar grande.
De hecho, el área grande de la pupila se asoció consistentemente con una supervivencia favorable independientemente de la edad, el sexo y la presencia de un ritmo cardíaco normal o fibrilación auricular.
El doctor Nozaki destaca que «el área de la pupila se puede obtener de manera rápida, fácil y no invasiva. Nuestro estudio indica que podría usarse en la práctica clínica diaria para predecir el pronóstico en pacientes con insuficiencia cardíaca, incluidos aquellos que también tienen fibrilación auricular –añade–. Pacientes con un área de pupila pequeña (por ejemplo, menos de 16,6 mm2) podría priorizarse para la rehabilitación cardíaca con actividad física, que se ha informado que mejora la función autónoma».
Nozaki puntualiza, no obstante, que el área de la pupila no se puede usar en pacientes con retinopatía grave u otras enfermedades oculares.
Fuente: infosalus.com