El control de los niveles de glucemia y la dispensación de insulina resulta vital para las personas diabéticas. Actualmente, en el mercado se encuentran dispositivos que facilitan estas tareas, pero no llegan al nivel del páncreas controlado por inteligencia artificial, creado en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y que mejorará la calidad de vida de quienes dependen de la administración de insulina.
Esta innovación ha sido fruto del trabajo de Phuwadol Viroolnuecha, un estudiante tailandés que ha completado su tesis en la UPCT. Propone el uso de la inteligencia artificial, concretamente del aprendizaje máquina, para el desarrollo de un páncreas artificial que controle la administración de insulina.
“El trabajo hace uso de algoritmos que requieren la intervención del paciente y otros que pueden generar modelos con datos recogidos previamente, lo cual evita tener que realizar evaluaciones del tipo prueba-error con pacientes reales para ‘entrenar’ al sistema”, explica uno de los directores de la tesis, José Santa.
Phuwadol Viroonluecha (Bangkok, 1987) es el primer estudiante tailandés en la UPCT y el primer doctorando extranjero con contrato FPI de Formación de Personal Investigador, quien en junio defendió su tesis doctoral sobre el uso de técnicas de aprendizaje máquina para desarrollar páncreas artificiales que controlen la administración de insulina.
“Siento un profundo afecto por Cartagena y la UPCT”, declara el ya doctor por la Politécnica de Cartagena, afincado ahora en Estados Unidos. “Los profesores de la UPCT son verdaderos expertos en sus respectivos campos, lo que hace que el entorno de aprendizaje sea muy enriquecedor”, afirma, destacando la ayuda de sus directores de tesis, Esteban Egea y José Santa, y de sus compañeros en el laboratorio del grupo de investigación en redes de telecomunicación (GIRTEL).
El investigador tailandés llegó a Cartagena junto antes del estallido de la pandemia de Covid-19. “Me quedé perplejo por la situación, pero decidí quedarme y continuar mi investigación. El acceso remoto a los servidores del laboratorio fue una gran ventaja en aquellos difíciles momentos”, rememora.
“Una tesis doctoral puede ser una experiencia solitaria y desconcertante, especialmente durante la pandemia, y hubo momentos en que pensé en abandonar, pero poder ir caminando hasta el mar me proporcionó el consuelo y la vitalidad que necesitaba, junto al inquebrantable apoyo de mis tutores”, remarca el experto en Ciencia de Datos.
Fuente: novaciencia.es