Un equipo de investigadores españoles ha descubierto que el dimetil fumarato (DMF) -un fármaco ya aprobado para la esclerosis múltiple- puede reducir de forma significativa la neurodegeneración y la inflamación cerebral en un modelo de ratón de demencia frontotemporal asociada a la proteína TDP-43.
Estos hallazgos podrían abrir la puerta a nuevos tratamientos para una de las causas principales de demencia en personas menores de 65 años, que actualmente carece de terapias efectivas.
El equipo, liderado por la doctora Isabel Lastres Becker en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en colaboración con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) liderados por los doctores Javier Fernández-Ruiz y Eva de Lago, evaluó el proceso neurodegenerativo, los marcadores inflamatorios, el estrés oxidativo y la acumulación de TDP-43.
Los resultados, publicados en la revista ‘Antioxidants’, revelan un efecto protector del DMF, mitigando el daño cerebral. Este avance destaca la importancia de explorar terapias ya existentes para acelerar el desarrollo de tratamientos efectivos en enfermedades neurodegenerativas.
Reposicionamiento de fármacos como alternativa terapéutica
La demencia frontotemporal (FTD) es una enfermedad neurodegenerativa devastadora, y su asociación con la acumulación de TDP-43 en el cerebro la hace especialmente desafiante para los investigadores. Sin embargo, el reposicionamiento de fármacos, como en este caso con el DMF, ofrece una vía rápida y menos costosa hacia nuevos tratamientos, ya que se trata de medicamentos cuyo perfil de seguridad ya es conocido.
«Los resultados positivos obtenidos en el modelo de ratón sugieren que el dimetil fumarato podría tener un efecto terapéutico en esta forma de demencia, mejorando la calidad de vida de los afectados y aliviando la carga para sus familias y los sistemas de salud. Esto no solo tendría un impacto positivo en los pacientes, sino que también reduciría la carga sobre las familias y los sistemas de salud, dado el impacto debilitante y los costos a largo plazo asociados con las enfermedades neurodegenerativas», señalan los autores del estudio.
En suma, este trabajo -llevado a cabo por los investigadores que pertenecen al Instituto de Investigaciones Biomédicas ‘Sols-Morreale’, el CIBERNED, Instituto de Investigación Sanitaria La Paz (IdiPaz), Instituto Universitario de Investigación en Neuroquímica, e Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS)- pone de manifiesto el potencial del DMF para tratar la FTD.
«Sin embargo, aún es necesario llevar estos resultados a ensayos clínicos en humanos para confirmar su eficacia y avanzar hacia un tratamiento viable para esta devastadora enfermedad neurodegenerativa», concluyen los autores.
Fuente: notimerica.com