Investigadores de la Universidad de Texas y de la Universidad de Chicago han descubierto que las bacterias que suelen vivir en el intestino pueden acumularse en los tumores y mejorar la eficacia de la inmunoterapia en ratones. El estudio, que se publicó el 6 de marzo en la revista Journal of Experimental Medicine (JEM), sugiere que el tratamiento de los pacientes de cáncer con bifidobacterias podría potenciar su respuesta a la inmunoterapia con CD47, un tratamiento anticanceroso de amplio espectro que se está evaluando actualmente en varios ensayos clínicos.
La CD47 es una proteína que se expresa en la superficie de muchas células cancerosas, y la inhibición de esta proteína puede permitir que el sistema inmunológico del paciente ataque y destruya el tumor. Los anticuerpos dirigidos a CD47 se están probando actualmente como tratamientos para una amplia variedad de cánceres en múltiples ensayos clínicos. Pero los estudios con ratones de laboratorio han dado hasta ahora resultados mixtos: algunos ratones parecen responder al tratamiento anti-CD47, mientras que otros no.
Un equipo de investigadores dirigidos por Yang-Xin Fu en la Universidad de Texas y Ralph R. Weichselbaum, codirector del Centro Ludwig de Investigación de Metástasis de la Universidad de Chicago, descubrió que la respuesta al tratamiento depende del tipo de bacteria que vive en las entrañas de los animales.
La acción de las bifidobacterias
Los ratones portadores de tumores que normalmente responden al tratamiento anti-CD47 no lo hacían si las bacterias de sus intestinos eran eliminadas por un cóctel de antibióticos. Por el contrario, el tratamiento anti-CD47 se hizo efectivo en ratones que normalmente no responden cuando estos animales fueron suplementados con bifidobacterias, un tipo de bacteria que a menudo se encuentra en el tracto gastrointestinal de ratones y humanos sanos. Anteriormente se había demostrado que las bifidobacterias beneficiaban a los pacientes con colitis ulcerosa.
Sin embargo, sorprendentemente, los investigadores descubrieron que las bifidobacterias no solo se acumulan en el intestino, sino que también migran a los tumores, donde parecen activar una vía de señalización inmunológica llamada vía de estimulación de genes de interferón (STING). Esto resulta en la producción de más moléculas de señalización inmunológica y la activación de las células inmunes. Cuando se combinan con el tratamiento anti-CD47, estas células inmunes activadas pueden atacar y destruir el tumor circundante.
«Nuestro estudio demuestra que un miembro específico de la población microbiana intestinal mejora la eficacia antitumoral del anti-CD47 al colonizar el tumor», dice Fu. «La administración de especies bacterianas específicas o de sus progenies manipuladas puede ser una estrategia novedosa y efectiva para modular varias inmunoterapias antitumorales».
«Nuestros resultados abren una nueva vía para las investigaciones clínicas sobre los efectos de las bacterias en los tumores y pueden ayudar a explicar por qué algunos pacientes de cáncer no responden a la inmunoterapia», dice Weichselbaum.
Fuente: noticiasdelaciencia.com