Un grupo internacional de científicos identificó un nuevo compuesto químico que inhibe el proceso de crecimiento del parásito de la malaria ‘Plasmodium falciparum’, el cual servirá de base para el desarrollo de un nuevo fármaco para combatir la enfermedad, informó este viernes la Universidad de Melbourne.
Según los autores del estudio, publicado en la revista Nature, el compuesto, denominado ‘ML901’, pertenece a una clase de sustancias químicas conocidas como ‘sulfamatos de nucleósidos’, las cuales inducen a la autodestrucción de las enzimas del parásito de la malaria.
El hallazgo del ML901 se dio mientras los investigadores se encontraban analizando la base de compuestos de la empresa japonesa Takeda Pharmaceutical, lo que les permitió descubrir que el ML901 puede inhibir el parásito sin representar un peligro para las células de mamíferos, ya que no es tóxico.
De acuerdo con los científicos, el ML901 se adhiere a la enzima del parásito, llamada ‘ARNt sintetasa’, para inhibir la generación de proteínas, que son utilizadas por el patógeno para su reproducción, logrando detener la enfermedad, además de prevenir su transmisión.
«La enzima humana tiene un sitio activo mucho más abierto, lo que significa que es menos susceptible al secuestro de la reacción por parte del ML901», comentó el profesor de la Universidad de Melbourne, Mike Griffin, quien añadió que las «vistas en 3D del sitio activo fueron muy importantes para entender por qué el ML901 es tan potente y selectivo».
Posteriormente, los investigadores probaron el ML901 en un conjunto de ensayos de malaria, demostrando que es activo contra todas las etapas y cepas producidas por el parásito, además de que su actividad rápida y prolongada permite la eliminación de parásitos en un modelo animal de paludismo humano, por lo que satisface los criterios para un tratamiento eficaz en los pacientes con esta enfermedad.
«Esto abre varias vías importantes de descubrimiento de nuevos fármacos para ayudar a abordar el impacto mortal de la malaria y otras enfermedades infecciosas, particularmente en los países en desarrollo», indicó el profesor Larry Dick, agregando que «también podría usarse para atacar otras enfermedades como el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas, los síndromes metabólicos, incluidos la diabetes y los trastornos autoinmunitarios».
Por último, la profesora Leann Tilley aseveró que el siguiente paso es modificar la estructura química del ML901, con el propósito de mejorar sus propiedades para optimizar la absorción y distribución cuando se aplique en el cuerpo humano.
Fuente: radiosantafe.com