Es una investigación de varias instituciones de EEUU que podría ser el blanco específico de un tratamiento para que las personas lo reciban apenas se contagien con ese tipo de virus en el futuro
La pandemia por el COVID-19 aún no se terminó, pero ya hay investigadores científicos que están dando los primeros pasos para desarrollar tratamientos que puedan ser eficaces para contrarrestar la infección por diferentes coronavirus al mismo tiempo. En la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern de los Estados Unidos consiguieron identificar una proteína del virus que puede ser un blanco para un potencial fármaco contra diferentes coronavirus.
Karla Satchell, profesora de microbiología-inmunología, fue líder del equipo que analizó las estructuras del virus y realizó el hallazgo que fue publicado en la revista especializada Science Signaling. Habían mapeado previamente la estructura de una proteína del virus que se llaman “nsp16″. Esa proteína está presente en todos los coronavirus.
Los resultados del estudio aportan información crítica que podría ayudar al desarrollo de fármacos contra futuros coronavirus, así como al SARS-Cov-2, que causó la actual pandemia. “Hay una gran necesidad de nuevos enfoques en el descubrimiento de fármacos para combatir la pandemia de SARS-CoV-2/COVID-19 y las infecciones por futuros coronavirus”, dijo Satchell.
Dieron los primeros pasos con un objetivo claro. “La idea es que este futuro fármaco actúe en las primeras fases de la infección”, explicó la doctora Satchell. “Si alguien de tu entorno contrae el coronavirus, correrías a la farmacia a por tu medicación y la tomarías durante tres o cuatro días. Si estuvieras enfermo, no enfermarías tanto”, comentó.
En diálogo con Infobae, la investigadora en virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la doctora Alejandra Capozzo, comentó sobre el hallazgo de la proteína con miras a un fármaco contra los diferentes coronavirus: “Encontraron un blanco para un potencial tratamiento que estaría en una proteína de los coronavirus, que posee una secuencia diferente a otras que están en el cuerpo humano. Si la investigación se acelera, podría llegar a ser útil para el control del coronavirus que ha causado la actual pandemia”.
“Un potencial fármaco debería estar dirigido a bloquear la actividad de esa proteína no estructural del coronavirus, que se produce cuando infecta a las personas. Si bien se tendrán que llevar adelante las diferentes fases de evaluación del fármaco en ensayos clínicos, se enfrentarán obstáculos como ocurre con otras drogas similares que tienen que entrar en las células para cumplir su función. No debería interferir con ninguna otra proteína del organismo humano. También hay que evaluar cómo se administra la droga y en qué dosis. Puede llevar bastante tiempo, pero es probable que se avancen en este contexto de pandemia”, afirmó la doctora Capozzo.
El equipo de Satchell ha “resuelto” tres nuevas estructuras de proteínas en vistas tridimensionales y ha descubierto un identificador secreto en la maquinaria que ayuda al virus a esconderse del sistema inmunitario. Descubrieron un bolsillo específico del coronavirus en la proteína nsp16, que une el fragmento genómico del virus mantenido en su lugar por un ion metálico. El fragmento es utilizado por el coronavirus como plantilla para todos los componentes virales.
Por esa razón, de acuerdo con Satchell, existe la posibilidad de fabricar un fármaco que se adapte a ese “bolsillo” único y que bloquee la función de esa proteína del coronavirus. No bloquearía la función de una proteína similar de las células humanas que carece del bolsillo. Por lo tanto, un potencial fármaco sólo se dirigiría a la proteína invasora.
La Nsp16 se considera una de las proteínas virales clave que podría ser inhibida por fármacos para detener el virus poco después de que una persona se exponga. El objetivo es detener el virus pronto, antes de que la gente enferme demasiado. Como se ha investigado poco sobre la proteína, el equipo de Satchell ha trabajado para generar información clave sobre ella y está colaborando con químicos que utilizarán la información para diseñar fármacos.
Mientras que algunas de las proteínas de los coronavirus varían mucho, la nsp16 es casi la misma en la mayoría de los virus. El bolsillo único descubierto por el grupo de Satchell está presente en todos los miembros de los coronavirus. Esto significa que los fármacos diseñados para ajustarse a este bolsillo deberían funcionar contra todos los coronavirus, incluido un virus que surja en el futuro. Y debería funcionar contra el resfrío común que puede estar causado por algún tipo de coronavirus.
Satchell prevé que cualquier fármaco desarrollado a partir del descubrimiento del bolsillo del coronavirus por parte de su equipo forme parte de un cóctel de tratamiento que tomen los pacientes en las primeras fases de la enfermedad. Eso podría incluir medicamentos similares al Remdesivir, un fármaco que impide que el virus produzca la plantilla de los bloques de construcción necesaria para replicarse.
El trabajo publicado fue realizado entre investigadores de tres universidades estadounidenses. El equipo del Centro de Genómica Estructural de las Enfermedades Infecciosas (CSGID) de Northwestern purificó y cristalizó la proteína. La idea del proyecto surgió del primer autor del estudio, George Minasov, profesor asociado de investigación de microbiología-inmunología en Feinberg. Trabajó con la profesora asociada de investigación de Feinberg Ludmilla Shuvalova para cristalizar la proteína y también con la becaria posdoctoral Monica Rosas-Lemus, que desarrolló un ensayo para comprobar la función de la proteína basándose en la información de la estructura.
Además, el equipo colaboró con el investigador de la Universidad de Purdue Andrew Mesecar, que ayudó con los ensayos bioquímicos. Los datos de la estructura fueron recogidos por el Equipo de Acceso Colaborativo a las Ciencias de la Vida en la Fuente Avanzada de Fotones de los Laboratorios Nacionales Argonne, a cargo de Joseph Brunzelle.
El primer autor Minasov resolvió la estructura a partir de los datos recogidos. Este proyecto es uno de los muchos llevados a cabo para utilizar la biología estructural con el fin de comprender la biología del virus responsable de la pandemia COVID-19.
La semana pasado, el Gobierno de los Estados Unidos anunció que invertirá más de 3.000 millones de dólares en el desarrollo de píldoras para combatir el virus en las primeras fases de la infección. La inversión acelerará ensayos clínicos de algunos candidatos a fármacos prometedores. Algunas de esas primeras píldoras podrían estar listas a finales de año. El Programa Antiviral para Pandemias también apoyará la investigación de fármacos totalmente nuevos, no sólo para el coronavirus, sino para los virus que podrían causar futuras pandemias.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y uno de los principales impulsores del programa, dijo que esperaba que llegara el momento en que los pacientes de Covid-19 pudieran conseguir pastillas antivirales en una farmacia tan pronto como dieran positivo en la prueba del coronavirus o desarrollaran síntomas de Covid-19.
Fuente: infobae.com