Ha sido desarrollado en la Universidad de Washington y fortalece la dentadura sin dañar el tejido blando de la boca
La ciencia ha hecho de nuevo de las suyas y ha derribado un mito más, el que irremediablemente asocia los caramelos con los problemas dentales y las caries. La Escuela de Odontología de la Universidad de Washington ha creado uno muy especial, cuyo efecto es, precisamente, el contrario: regenera el esmalte y blanquea y fortalece la dentadura sin dañar el tejido blando de la boca.
Con sabor a menta, el caramelo contiene un péptido que deriva de la amelogenina, una proteína clave para la formación del esmalte dental. En su investigación, los expertos lo han modificado genéticamente con iones de fósforo y calcio, componentes que recubren los dientes.
Así, cada pastilla contiene un péptido genéticamente modificado que al entrar en la boca deposita varios micrómetros de esmalte nuevo que se unen al dañado y lo reparan sin afectar el tejido blando de la boca. Además, blanquea la dentadura ya que el esmalte es más blanco que el de las habituales tiras o geles utilizadas con este propósito.
De este modo, el caramelo -cuya llegada a las clínicas odontológicas está prevista para la próxima primavera- puede acabar con los dientes amarillos sin recurrir al peróxido de hidrógeno que se usa en los tratamientos convencionales y que debilita el esmalte si se usa prolongadamente. El invento se ha probado en dientes extraídos de humanos, cerdos y ratas.
Los ensayos han permitido comprobar que una única dosis al día mantiene el esmalte y, una segunda, revierte el daño. Deniz Yucesoy, estudiante de posgrado en el Centro de Ingeniería y Ciencia de Materiales de Ingeniería Genética en la institución académica es el artífice del producto, que desarrolló con el impulso de una beca de 100.000 de Amazon Catalyst.
Fuente: elcomercio.es