La variante, cuya tasa y velocidad de propagación recuerdan a las de la británica, se ha extendido por América del Norte, donde cubre más del 50% de los virus existentes en la zona
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido nombrar las nuevas variantes del SARS-CoV-2 con letras griegas, pero lo cierto es que la mayoría, sigue denominándolas por el lugar donde se encuentran por vez primera. Ahora, a las procedentes de Reino Unido, Brasil, Sudáfrica e India, las más extendidas, parece que tendremos que añadir la cepa mexicana, pues ya estaría presente en el Viejo Continente.
Así lo ha confirmado un grupo de investigación del Departamento de Farmacia y Biotecnología de la Universidad de Bolonia (en Italia) que analizó más de un millón de secuencias del genoma del SARS-CoV-2. Este análisis llevó a la identificación de una nueva variante que, durante las últimas semanas, se ha ido extendiendo principalmente en México, pero que también se ha encontrado en Europa.
Según su estudio, publicado en el «Journal of Medical Virology», la llamada variante mexicana –cuyo nombre científico es T478K– al igual que otras cepas, presenta una mutación en la proteína Spike, que permite que los coronavirus se adhieran y penetren en las células objetivo.
«Esta variante se ha extendido cada vez más entre la gente de América del Norte, particularmente en México. Hasta la fecha, cubre más del 50% de los virus existentes en este área. La tasa y velocidad de propagación recuerdan a las de la británica –explica Federico Giorgi, coordinador del estudio y profesor del Departamento de Farmacia y Biotecnología de la Universidad de Bolonia–. La mutación de la proteína Spike se localiza estructuralmente en la región de interacción con el receptor humano ACE2. Los coronavirus se unen a este receptor para infectar células, propagando así la infección con mayor eficacia», continúa.
Los investigadores partieron del análisis de casi 1,2 millones de muestras secuenciadas del genoma del SARS-CoV-2 encontradas en bases de datos internacionales hasta el 27 de abril de 2021. La nueva variante T478K se detectó en 11.435 muestras. Esto es, el doble del número de las que presentó la misma variante solo un mes antes. Tal aumento desde principios de 2021 alarmó a los investigadores.
Características
La variante mexicana se distribuye uniformemente entre hombres y mujeres y rangos de edad. Esta variante representa el 52,8% de todos los coronavirus secuenciados en México, mientras que en Estados Unidos aparece solo en el 2,7% de las muestras secuenciadas. En lo que respecta a Europa, la variante mexicana se ha extendido débilmente en Alemania, Suecia y Suiza. En Italia es prácticamente inexistente con solo cuatro casos reportados.
La mutación que caracteriza a esta variante se localiza en una región de la proteína Spike que es responsable de la interacción con el receptor humano ACE2: este es el mecanismo que permite a los coronavirus acceder a las células. Las mutaciones similares son comunes a todas las variantes que han estado en el centro de atención en los últimos meses. De hecho, las recientes destacan por sus altas tasas de infección, lo que las hizo generalizadas en muchas áreas del mundo.
Los investigadores probaron la acción de la proteína T478K Spike con simulaciones «in silico» (es decir, con métodos computacionales avanzados), y descubrieron que mutada puede alterar la carga electrostática superficial. En consecuencia, puede cambiar no solo la interacción con la proteína humana ACE2, sino también con los anticuerpos del sistema inmunológico y, por lo tanto, obstaculizar la eficacia de los fármacos.
«Gracias a la gran cantidad de datos disponibles en las bases de datos internacionales podemos tener un control casi en tiempo real de la situación mediante el seguimiento de la propagación de las variantes del coronavirus en diferentes áreas geográficas. Mantener este esfuerzo en los próximos meses será crucial para actuar con rapidez y con medios eficientes», concluye Giorgi.
Fuente: larazon.es