Expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, pertenecientes a la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV), han demostrado que consumir 60 gramos de frutos secos al día se asocia con una mejora de la función sexual.
Para ello han llevado a cabo el primer estudio de intervención nutricional en hombres sanos y en edad reproductiva con el objetivo de descubrir si existe un efecto del consumo regular de frutos secos en la función sexual. Este análisis se ha diseñado dentro del marco del proyecto FERTINUTS, creado para evaluar los efectos de estos alimentos sobre la calidad del semen.
Este estudio, publicado en la revista Nutrients, ha sido realizado por el investigador postdoctoral Albert Salas-Huetos, que actualmente trabaja en la Universidad de Utah (EE UU), y liderado por Jordi Salas-Salvadó.
Con anterioridad, el mismo grupo de investigación ya había descrito que algunos frutos secos (nueces, avellanas y almendras) provocaban una mejoría de la calidad espermática, aunque aún no existían estudios que pusieran de manifiesto su papel sobre la función sexual.
La prevalencia de disfunción eréctil y sexual se ha establecido en un 2 % en hombres menores de 40 años, alrededor de un 52 % en hombres de entre 40 y 70 años y en más de un 85 % en hombres mayores de 80. Además, los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida que se asocian con la disfunción sexual y eréctil incluyen tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, falta de actividad física, estrés y dietas no saludables.
Muestra y resultados
El presente trabajo se desarrolló sobre un total de 83 individuos que seguían una dieta occidental (pobre en fruta y verdura y rica en grasas de origen animal). Los individuos participantes se dividieron en dos grupos: un grupo mantuvo su dieta habitual durante 14 semanas, mientras que el otro cumplimentó su dieta con 60 gramos diarios de una mezcla de nueces, avellanas y almendras. Cada individuo rellenó un cuestionario de 15 preguntas sobre la función sexual, internacionalmente validado –conocido como IIEF-15– al inicio y al final del período de intervención.
Los resultados obtenidos subrayan que la adscripción a una dieta occidental –no saludable– complementada con nueces, avellanas y almendras puede ayudar a mejorar el deseo sexual y función orgásmica. Los investigadores también apuntan que se requieren estudios con más participantes para confirmar estos resultados y aclarar los posibles mecanismos implicados en estos beneficios.
Fuente: SINC