El primer caso demostrado de una persona infectada en dos ocasiones consecutivas por dos cepas distintas podría significar que la COVID-19 podría no desaparecer nunca. La buena noticia es que las personas que se hayan infectado o vacunado podrían sufrir menos síntomas la segunda o tercera vez
El hombre de 33 años llegó el 15 de agosto en avión a Hong Kong. Tras desembarcar, se dirigió a una de las estaciones de pruebas de diagnóstico de coronavirus (COVID-19) en el aeropuerto. Alguien le cogió una muestra de la garganta y el hombre esperó los resultados.
Ya había contraído el coronavirus en marzo, había tenido fiebre y dolores de cabeza y había estado dos semanas ingresado en un hospital. Así que, solo 142 días después, no esperaba volver a dar positivo en el test de diagnóstico.
Pero sí que dio positivo. ¿Era la infección original que persistía en su cuerpo o había contraído el virus de nuevo, algo que nadie había demostrado que fuera posible?
Los científicos de la Universidad de Hong Kong aseguran que tienen la respuesta. Basándose en el análisis genómico del virus, afirman que el hombre contrajo COVID-19 por segunda vez y consideran su caso como «la primera ocasión de reinfección humana» con el nuevo coronavirus.
El descubrimiento de que la inmunidad desaparece, si se confirma, podría cambiar los cálculos sobre la pandemia de manera profunda. Significaría que sobrevivir al virus no garantiza la inmunidad de por vida, y que es posible que las personas tengan que vacunarse todos los años y que incluso los supervivientes deberán usar mascarillas y seguir las normas del distanciamiento social.
Y, sobre todo, podría suponer que el coronavirus seguiría atacando y no desaparecería nunca.
En una declaración firmada publicada por South China Morning Post, los profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong, Kwok-Yung Yuen, Kelvin Kai-Wang To e Ivan Fan-Ngai Hung, afirman: «Nuestros hallazgos sugieren que el SARS-CoV-2 puede persistir en la población humana global, como es el caso de otros coronavirus humanos relacionados con el resfriado común».
Anteriormente, algunas personas en Japón y en otros lugares habían dado positivo al virus dos veces con unas semanas de diferencia, pero los médicos habían concluido que esos resultados se debían a errores en las pruebas o a una infección persistente. Pero los investigadores de Hong Kong creen que su análisis genético confirma que este hombre contrajo el virus por segunda vez.
Como el virus muta gradualmente a medida que se propaga por el mundo, las diferentes cepas tienen huellas genéticas únicas. Cuando los investigadores de Hong Kong compararon las secuencias genéticas del virus que el hombre contrajo en marzo y las que tenía en agosto, encontraron diferencias en 24 posiciones.
«El equipo demostró que la secuencia del genoma de la cepa del virus en el primer caso de la infección por COVID-19 era claramente diferente de la secuencia del genoma de la cepa del virus encontrada en el segundo contagio», afirma el comunicado de la Universidad de Hong Kong.
Se sabe que cuatro coronavirus comunes, que causan resfriados, vuelven a infectar con frecuencia a las personas, a veces en cuestión de unos pocos meses. Eso, junto con los datos que muestran que los anticuerpos contra el nuevo virus desaparecen con el tiempo, hizo que algunos científicos predijeran que la inmunidad al SARS-CoV-2 seguiría un modelo similar.
De ser cierto, resulta poco probable que la inmunidad colectiva pueda eliminar el virus por completo, según una copia del informe del caso publicado por los medios chinos, ya que las personas irán perdiendo constantemente su inmunidad, quizás después de unos meses.
Eso no supone que el virus vaya a seguir representando el peligro que es actualmente. Las personas que se han infectado o vacunado podrían sufrir menos síntomas la segunda o tercera vez. Algunos expertos en coronavirus sugieren que, en la reinfección, el germen de COVID-19 permanecerá en las vías respiratorias superiores, causando resfriados, en vez de penetrar en los pulmones provocando neumonía.
Al menos en el caso del hombre de Hong Kong, su segunda infección no fue tan mala como la primera. Los médicos afirman que no mostró síntoma de estar enfermo en absoluto.
Fuente: technologyreview.es