El facultativo ovetense y su esposa, la neuróloga Candelaria Gómez, modificaron genéticamente hace quince años el virus que causa el constipado para combatir el glioblastoma, el tumor cerebral más mortal, y que padecen diez personas por cada 100.00 habitantes.
“Ahora mismo es uno de los cánceres más letales”, asegura el investigador en una entrevista a Efe en la que ha explicado que el virus que modificaron, al que llamaron Delta 24, lo eligieron porque el resto de virus que se utilizan para la viroterapia pueden producir cáncer.
El Delta 24, según expone, es un virus inteligente porque diferencia “si una célula es cancerosa o es normal”.
En el primero de los casos, el virus se multiplica y la célula cancerosa se convierte en una fábrica de virus hasta que se rompe y, en ese momento, todas las células de alrededor son infectadas y cada una de ellas produce millones de virus, por lo que la dosis inicial se multiplica.
“No hay ningún gen que mate a las células, es el mismo virus”, detalla Fueyo, quien subraya además que el virus del constipado es “muy seguro” y es “fácil” de trabajar en el laboratorio.
En un estudio aplicado a 25 pacientes con ese diagnóstico hace cinco años, cuatro de ellos vivieron más de tres años, un resultado que “abre la puerta a que se desarrollen tratamientos que se basen en disparar una respuesta inmune contra el tumor”.
Ganar calidad de vida
En la actualidad el reto se encuentra en “comparar” el citado virus junto a tratamientos como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Para Fueyo, el tratamiento actual del cáncer es “muy tóxico”, de forma que si “el tratamiento con el virus funciona” se eliminarían los otros tres y el paciente ganaría “calidad de vida”.
Fueyo ha avanzado que ahora la investigación pretende que el facultativo inyecte el virus en un catéter, de forma que “pueda subir por el brazo o por la pierna, entrar en la arteria carótida y llegar al tumor”, donde se liberaría.
Ha indicado que en el hospital MD Anderson de Houston se están haciendo estas pruebas con perros que padecen tumores cerebrales, una investigación que, de funcionar, supondría que el paciente solo pasaría unas horas en el hospital y no permanecería ingresado días.
El neurólogo, no obstante, ha advertido de que transcurren siete años de media desde que se produce un descubrimiento en el laboratorio hasta que llega al paciente.
En España, la Clínica Universidad de Navarra va a iniciar un ensayo clínico con el citado virus, junto al tratamiento convencional con radioterapia, en niños con tumores en el tronco cerebral.
Fueyo ha aventurado que en un futuro se podrá “manejar” el sistema inmune de tal manera que el paciente se cure “no solo de este cáncer, sino de todos”.
Fuente: EFEFuturo