Científicos chinos descubrieron un nuevo camino molecular que desempeña un papel crítico en el desarrollo del dolor crónico, lo que prepara el terreno para nuevas terapias para el tratamiento del dolor en pacientes con cáncer.
En un estudio publicado hoy en la revista Science Signaling, Xin Wenjun, profesor de fisiología de la Facultad de Medicina Zhongshan de la Universidad Sun Yat-Sen, y sus colegas identificaron una modificación de proteínas llamada «palmitoilación» en las neuronas de las ratas que puede promover señales neuronales excesivas.
Se sabe que una proteína llamada delta catenina, involucrada en el desarrollo cognitivo y la formación de la memoria, regula la modificación del cerebro, lo cual mejora la comunicación entre neuronas.
Ahora el equipo de Xin sugiere que esto podría contribuir al inicio del dolor crónico.
Primero indujeron una inflamación en las ratas exponiéndolas a un medicamento de quimioterapia o a una lesión nerviosa y luego siguieron la delta catetina para ver su interacción con otras estructuras del ganglio de la raíz dorsal, un grupo de neuronas que se encuentran en la médula espinal.
«El ganglio de la raíz dorsal desempeña un papel clave en la transmisión y regulación del dolor y encontramos que la palmitoilación se activó ahí de manera significativa, así que nos centramos en el ganglio de la raíz dorsal», dijo Xin a Xinhua.
El equipo de Xin observó que la palmitoilación de la delta catenina aumentó en el tejido neuronal después de que se inició la inflamación.
La microscopía fluorescente reveló que la palmitoilación media la formación de un complejo entre la delta catenina, las KIF, una familia de proteínas involucradas en el transporte de las moléculas en las células, y los canales de iones de sodio activados por voltaje, que antes se encontró que estaban involucrados en la transmisión de las señales de dolor crónico.
Además, inyectar las ratas con compuestos que inhiben la acumulación de delta catenina o la palmitoilación aliviaba su dolor, lo que indica que la palmitoilación podría ayudar a reducir el dolor crónico en seres humanos.
«Estudios clínicos indican que el 37 por ciento de los pacientes de cáncer experimentan dolor continuo que podría conducir al fin de la quimioterapia», dijo Xin. «Elaborar un camino molecular común detrás de esos dolores crónicos podría ayudar a los pacientes a completar los ciclos de quimioterapia».
Fuente: people.com.cn