Cascos para bicicleta que utilizan tecnología de bolsas de aire en vez del poliestireno convencional podrían ofrecer cinco veces más protección contra lesiones cerebrales, según investigadores de la Universidad de Stanford. Con dos maniquíes de prueba, uno utilizando un casco estándar y el otro esta nueva tecnología inflable, fueron arrojados de diferentes alturas en un laboratorio para simular accidentes en bicicleta.
Estos cascos, tienen un mecanismo similar a los «airbag» de los vehículos, ya con sólo una cinta alrededor del cuello del ciclista, son capaces de inflarse completamente en torno a la cabeza en caso de un accidente. La bolsa de aire, que simula el casco convencional se activa cuando detecta una colisión. «Fue una gran diferencia», destacó el bioingeniero de la universidad de Stanford David Camarillo luego de las pruebas.
Actualmente, los accidentes de bicicleta son la mayor causa de lesiones en la cabeza relacionadas con el deporte en el mundo debido al número de ciclistas. Los cascos convencionales, según Camarillo, están diseñados para evitar fracturas de cráneo, pero no son una buena protección para lesiones como contusiones.
Los cascos con «airbags» se encuentran a la venta en diversas partes de Europa, sin embargo su comercialización en Estados Unidos no está permitida debido a las normas federales de protección. Según los expertos, este tipo de cascos usualmente protegen con éxito el cerebro de impactos fuertes, pero no están exentos de riesgos ya que podrían no desplegarse correctamente durante el accidente. «Se podría correr más riesgo de sufrir una lesión comparado con el casco convencional», señaló Mehmet Kurk, otro miembro del equipo de investigación que realizó el estudio.
Si la bolsa de aire se abre tardíamente, la presión no sería suficiente para evitar que la cabeza haga contacto con el suelo. «Estos casos tendrán fallos diferentes a los convencionales, pero habrá maneras en las que serán más seguros», comentó Camarillo. La compañía sueca Hovding, que fabrica los cascos inflables del estudio de la universidad, explicó que la tecnología utilizada estaba probada y es segura.
Fuente: EFE