Un hombre lleva un año respirando con dificultad. Cada día está peor hasta que decide acudir a una clínica. El tipo espera impaciente la peor de las noticias. La radiografía muestra un sospechoso bulto, sin embargo, el final no puede ser más surrealista. Había convivido con una pieza de Playmóbil.
Al parecer, el hombre, un británico de 47 años, llevaba tosiendo y con dificultad para respirar durante mucho tiempo. Los últimos días el malestar se había intensificado y acudió urgente a la clínica. Cuando los médicos radiografiaron los pulmones del paciente encontraron una masa en su pulmón derecho que redujo significativamente el volumen del órgano.
La radiografía mostraba lo que parecía un tumor maligno, pero al realizar una broncoscopia encontraron un objeto extraño alojado en su pulmón. Los médicos pasaron a retirarlo con sumo cuidado para tratar de identificarlo. Una vez fuera, el misterio se reveló: se trataba de un cono de tráfico de Playmóbil. Según los médicos:
Después del procedimiento, el paciente informó que solía jugar con esas piezas e incluso que se tragó algunas durante su infancia. También recordó que le dieron exactamente ese juego de Playmóbil para su séptimo cumpleaños y su madre cree que se lo tragó poco después.
Supongo que todo estamos pensando lo mismo. Los niños se tragan alguna vez pequeñas piezas de juguete, lo hacen con relativa frecuencia, pero no pasa mucho tiempo sin ser diagnosticado. Sin embargo, que le aparezcan los síntomas 40 años después es, como han explicado los propios doctores, “inaudito” en la literatura médica.
Ellos creen posible que, debido a que el paciente era tan joven al inhalar el cono, sus vías fueron capaces de adaptarse a su alrededor, absorbiéndolo en el revestimiento de la mucosa. ¿Qué ocurrió con el tiempo? Que a medida que el paciente comenzó a fumar, cualquier síntoma que tuviera podía enmascararse por los síntomas del tabaco.
Sea como fuere, cuatro meses después de retirarle la pieza, la tos persistente del paciente se había aclarado y su tejido pulmonar se había consolidado. Como expresaron los doctores, estamos ante un caso extraño, pero positivo, “sus síntomas mejoraron notablemente y el hombre encontró su pieza de Playmóbil 40 años después”.
Fuente: Biomedical Journal Case Reports