El Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec) ubicado en la ciudad de Léon, Guanajuato, participa actualmente en el desarrollo de un nuevo biocombustible elaborado de plantas vegetales, jatrofa y salicornia, materia prima obtenida principalmente en las zonas costeras.
El director de Ciatec, Ricardo Guerra, ha hablado sobre este proyecto en el que se trabaja desde el 2011 en colaboración con Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el Instituto Mexicano del Petróleo, Instituto Masdar de Abu Dhabi, Petróleos Mexicanos y Boeing. Explica que durante este año se llevará a cabo la instalación de una planta industrial en Guanajuato Puerto Interior, donde se planea dar lugar, entre otros proyectos, a la creación de este biocombustible que será capaz de sustituir a la turbosina.
Con un valor total de 700 millones de pesos, tomando en cuenta la creación del Centro y el trabajo de investigación, se planea que este proyecto a cuatro años pueda producir 16 mil litros diarios. Aunque esta cifra solamente comprende el 1% de la producción de turbosina, se espera que en 15 años se eleve al 5%, haciendo de éste un proyecto único en México con un producto que compita globalmente.
Si quieres conocer más acerca sobre biocombustibles puedes ver este video, preparado por Aeropuertos y Servicios Auxiliares.
Además de reconocer el efecto de este proyecto en el aumento de inversión en el campo de la producción de biocombustibles, así como sus beneficios al ambiente por la reducción de emisiones, es importante resaltar la trascendencia de la generación de nuevas alternativas a los combustibles fósiles que además permite maximizar la capacidad de producción de combustibles en el país, hablando en específico de la industria aérea, tanto para vuelos privados como comerciales.
Según la Secretaría de Energía, en el marco de la Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2015-2029 del Gobierno de México, se estima que para el 2026 se importará más del 30% de la turbosina consumida en el mercado nacional y que para el 2029 se prevé que el 40% de este combustible sea importado para cubrir la demanda en el país, por lo que la búsqueda de alternativas como los biocombustibles así como su producción local juegan un papel importante para reducir este déficit de producción.