Yajayra Saavedra, alumna mixteca de la FI, señala que es necesario dejar de identificar las lenguas originarias con el espacio rural y el español como la lengua culta
El clasismo y la discriminación son una constante y ninguna ley lo puede modificar, nos falta una cultura de respeto a nuestro propio legado, así lo consideró Susana Bautista Cruz, académica del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la Ciudad de México.
“Soy hija de una familia de migrantes mazahuas que llegaron a la ciudad, mi padre nunca pisó una escuela, mi madre estudió hasta el tercer año de primaria; mi hermano y yo estudiamos en el CCH Azcapotzalco, estudiamos Derecho porque mi padre era campesino y quería que se defendiera la milpa, el territorio”, relató.
Al intervenir en la charla ‘Ser indígena en la UNAM, la experiencia de la resistencia’, organizada por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (COUS), Bautista Cruz indicó que procede de un largo proceso de construcción académica para que los pueblos indígenas no fueran solo objetos de estudio, sino sujetos de derecho.
“Hoy en día podemos estudiar en los posgrados, porque eso no existía. Costó 20, 25 años, y ahora muchos estudiantes pueden gozar; el mismo PUIC ni siquiera tenía la infraestructura que hoy tiene, es el trabajo de generaciones para abrir estos espacios, de gente como Luis Villoro, que ya no están”, relató la mujer.
En ese sentido, la también escritora y poeta manifestó estar agradecida con la Universidad y la educación pública, porque se benefició en su momento de la beca alimentaria de la UNAM. Por ello, “sentía un compromiso enorme” y vio cómo la Universidad Nacional convirtió su vida.
“¿Te parezco indígena?”
Yajayra Saavedra Saavedra, alumna mixteca de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería (FI), hablante de la lengua Tu’un Savi, expresó: es necesario dejar de identificar las lenguas originarias con el espacio rural y el español como la lengua culta.
La universitaria lamentó que aún en espacios educativos continúen las miradas despectivas.
“Nosotros no somos de nadie, la gente al referirse a nosotros dice: ‘nuestros indígenas’, y no es así; deben dejarnos expresar nuestra opinión”, comentó.
Al respecto, narró una anécdota ocurrida durante una reunión en la cual preguntó a los asistentes si alguien más era indígena como ella; pocos le respondieron. Un joven se ofendió y le dijo: ‘¿te parezco indígena?’.
La alumna, quien es beneficiaria del programa de becas del PUIC, recordó que su relación con la UNAM se remonta a cinco años cuando viajó de su hogar en Guerrero para realizar el examen de admisión.
Además, confesó que cambiar su residencia a la CDMX la desconcertó.
“No había más indígenas a mi lado, no conocía a más personas, me sentía sola, cambié la forma de desarrollarme con la naturaleza, me tuve que acostumbrar a vivir en espacios cerrados con muchas personas, veía todo gris, triste, sin árboles; en la noche no se ven las estrellas, no se ve el azul del cielo, cambió mucho mi alimentación”, declaró.
Sin embargo, Saavedra Saavedra destaca que se replican algunas de las costumbres, pero muchas, productos de las comunidades, se han negado a dejar de lado, tales como hablar una lengua.
“Permanecer en la Universidad ha sido por personas que han puesto en mí la confianza que yo no tenía, me han levantado después de cada tropiezo, por eso las redes de apoyo son todo, así como el soporte de algunos profesores”, aseveró.
Fuente: debate.com.mx