UNICEF ha avisado del «alarmante aumento» del número de casos de sarampión que se están produciendo en todo el mundo, especialmente en Ucrania (30.338 casos), Filipinas (13.192), Brasil (10.262), Yemen (6.641), Venezuela (4.916), Serbia (4.355), Madagascar (4.307), Sudán (3.496), Tailandia (2.758) y Francia (2.269).
A nivel mundial, 98 países reportaron más casos de sarampión en 2018 en comparación con 2017, lo que, tal y como ha lamentado la organización, entorpeció el progreso contra esta enfermedad que es altamente prevenible, pero potencialmente mortal.
En concreto, Ucrania, Filipinas y Brasil registraron los mayores aumentos en los casos de sarampión entre 2017 y 2018. Solo en Ucrania, hubo 20120 casos de sarampión en 2018 y, según el gobierno ucraniano, otras 24.042 personas se infectaron solo en los primeros dos meses de 2019. En lo que va de año, en Filipinas han habido 12.736 casos de sarampión y 203 muertes, en comparación con 15.599 casos en todo 2018.
«Esta es una llamada de atención. Tenemos una vacuna segura, efectiva y económica contra una enfermedad altamente contagiosa, una vacuna que ha salvado casi un millón de vidas cada año en las últimas dos décadas. Estos casos no han ocurrido de la noche a la mañana. Así como los brotes graves que estamos viendo hoy en día se afianzaron en 2018, la falta de acción de hoy tendrá consecuencias desastrosas para los niños de mañana», ha dicho la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta H. Fore.
El sarampión es altamente contagioso, más que el ébola, la tuberculosis o la gripe, y el virus puede ser contraído por alguien hasta dos horas después de que una persona infectada haya abandonado una habitación. Se propaga a través del aire e infecta el tracto respiratorio, matando potencialmente a niños desnutridos o bebés demasiado pequeños para ser vacunados. Una vez infectado, no existe un tratamiento específico para el sarampión, por lo que la vacunación es una herramienta que salva vidas para los niños.
Apoyo de UNICEF a los gobiernos
En respuesta a estos brotes, UNICEF y sus socios están apoyando a los gobiernos para que alcancen con urgencia a millones de niños en países de todo el mundo. Por ejemplo, en Ucrania, UNICEF ha brindado un apoyo continuo para acelerar la inmunización de rutina en todo el país y abordar la indecisión de vacunación, incluidos esfuerzos adicionales para detener el brote más reciente que ha cobrado 30 vidas desde 2017.
Asimismo, en Filipinas, el Gobierno, con el apoyo de UNICEF y sus socios, va a llevar a cabo una campaña para vacunar a 9 millones de niños contra la poliomielitis y el sarampión en 17 regiones. Usando las redes sociales, los activistas planean alentar a los padres aprensivos y los trabajadores de la salud.
En Brasil, de agosto a septiembre de 2018, el Ejecutivo llevó a cabo una campaña contra la poliomielitis y el sarampión, dirigida a más de 11 millones de niños menores de cinco años. Además, UNICEF alentó a las personas a vacunarse y capacitó a voluntarios de salud que trabajan en refugios para migrantes para venezolanos. UNICEF ha incluido la vacuna contra el sarampión como parte del programa del ‘Sello Municipal’ que cubre 1.924 municipios.
En Yemen, donde los años de conflicto provocaron un brote, las autoridades locales con el apoyo de UNICEF, la OMS y GAVI vacunaron a más de 11,5 millones de niños en febrero. En Madagascar, del 3 de septiembre al 21 de febrero, 76.871 personas fueron infectadas por el sarampión y 928 murieron, la mayoría de los cuales eran niños, si bien en enero, el país, con el apoyo de socios como UNICEF, lanzó una campaña de inmunización para atacar a los 114 distritos, gracias a la cual más de 2 millones de niños fueron inmunizados en 25 distritos. En febrero, 1,4 millones de niños fueron vacunados, y otros 3,9 millones más en marzo.
«La mala infraestructura de salud, los conflictos civiles, la baja conciencia de la comunidad, la complacencia y la vacilación de las vacunas en algunos casos han llevado a que se produzcan estos brotes tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el número de casos de sarampión aumentó seis veces entre 2017 y 2018, alcanzando los 791 casos», ha alertado UNICEF.
Casi todos estos casos se pueden prevenir y, sin embargo, los niños se están infectando incluso en lugares donde «simplemente no hay excusa». «El sarampión puede ser una enfermedad, pero, con demasiada frecuencia, la verdadera infección es la desinformación, la desconfianza y la complacencia. Debemos hacer más para informar con precisión a todos los padres, para ayudarnos a vacunar de manera segura a todos los niños», ha zanjado Fore.
Fuente: infosalus.com