Una colisión entre dos partes del cohete fue la «causa directa» de la avería este jueves de la nave Soyuz MS-10, cuyos tripulantes, el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague, salvaron la vida, ha afirmado el director ejecutivo de la agencia espacial rusa Roscosmos, Serguéi Krikaliov.
«Aún no hay versiones definitivas. Lo que está claro es que la causa directa fue una colisión de un elemento lateral, parte de la primera etapa (del cohete). Al separarse, de hecho, se produjo un contacto entre la primera y segunda etapa», ha declarado Krikaliov, citado por la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
Ha agregado que Roscosmos no descarta que el cohete «se haya desviado de la trayectoria programada y se haya destruido la parte inferior de la segunda etapa».
Krikaliov ha indicado que se espera que para el próximo día 20 la comisión gubernamental que investiga el accidente ofrezca resultados preliminares de su labor. «Los primeros fragmentos (del cohete) recuperados en la estepa kazaja ayudarán a establecer las causas de la avería», ha añadido.
El Comité de Emergencia del Ministerio del Interior de Kazajistán ha informado de que a unos 40 kilómetros de la ciudad de Zhezkazgán fue hallado un fragmento de la Soyuz M-10, que fue entregado a los especialistas de Roscosmos.
Todos los lanzamientos Soyuz, suspendidos
Krikaliov subraya que todos los lanzamientos de cohetes Soyuz-FG o similares han sido suspendidos hasta que se establezcan las causas de la avería del jueves. «Posiblemente será aplazado el lanzamiento del carguero Progress (programado para el 31 de octubre) y puede ser adelantado el de la próxima (nave tripulada) Soyuz (previsto para el 20 de diciembre)», ha dicho.
El director ejecutivo de Roscosmos ha indicado que la Estación Espacial Internacional (EEI ) puede funcionar en régimen automático, sin tripulación, pero ha recalcado que se hará todo posible por evitar ese extremo.
Actualmente, en la EEI se encuentran el comandante de la plataforma Alexander Gerst de la Agencia Espacial Europea (ESA), la ingeniero de vuelo de la NASA Serena Auñón-Chancellor y el también ingeniero de vuelo de Roscosmos Serguéi Prokópiev.
Fallo de motor
Un fallo del motor de la nave, ocurrido momentos después de despegar, obligó a abortar la misión y a realizar un aterrizaje de emergencia. Los dos tripulantes salvaron la vida después de que la cápsula en la que viajaban fuese eyectada y aterrizase gracias a un paracaídas en las llanuras de Kazajstán, de donde había partido el cohete.
Fuente: EFE