Los procesos de automatización están generando profundos cambios en el mundo laboral. Si en un momento se había pronosticado el retiro de 75 millones de puestos de trabajo a raíz de la inclusión de tecnología en diferentes rubros, ahora las empresas más importantes del mundo están desarrollando avatares y robots capaces de realizar entrevistas a postulantes. En concreto, los robots no solo van a quitarle trabajos a las personas, sino que también harán las entrevistas de trabajo a postulantes humanos.
Este nuevo concepto de “asistente para entrevistas” basado en inteligencia artificial y herramientas de aprendizaje automático, está siendo implementado por DeepSense como parte de un proceso en el que las empresas buscan mayor objetividad en la contratación de nuevo personal. Esta empresa, con sede en San Francisco y la India, ayuda a los gerentes de contratación a escanear las cuentas de redes sociales de las personas para revelar los rasgos subyacentes de la personalidad. La compañía dice que usa una prueba de personalidad con base científica, y puede hacerse con o sin el conocimiento de un candidato potencial.
A grandes rasgos, este algoritmo compara el tono de voz de los candidatos, los grupos de palabras y las expresiones faciales micro con personas que han sido identificadas previamente como de alto rendimiento en el trabajo. Lo que aun no ha sido monitoreado es el impacto emocional en los postulantes al interactuar con un elemento frío y distante; pues existe el riesgo de que un asistente automatizado no genere empatía con los entrevistados, o que los detalles que puedan convencer a una empresa no puedan ser reconocidos por una inteligencia artificial. Esto podría generar tensión durante el proceso de selección.
La profesora de sociología y derecho de Cornell, Ifeoma Ajunwa, dijo que le preocupa el potencial de sesgo de estas herramientas. Dada la gran escala de estas evaluaciones automáticas, cree que los algoritmos potencialmente defectuosos podrían hacer más daño que un administrador humano sesgado. Y quiere que los científicos prueben si los algoritmos son justos, transparentes y precisos. Esta tendencia es creciente, pues casi todas las compañías de Fortune 500 ahora usan algún tipo de automatización, desde avatares de robots que entrevistaron a candidatos para el puesto de trabajo hasta computadoras que eliminaron a empleados potenciales mediante el escaneo de palabras clave en currículos.
Fuente: rpp.pe