Promovió la inoculación durante la pandemia y reclamó medidas para el cuidado del ambiente. También alertó sobre el uso de la Inteligencia Artificial
Este lunes durante la madrugada argentina falleció el papa Francisco. Además de destacarse por ser el primero de América Latina, el sumo pontífice sobresalió por su mirada a favor de la ciencia y la tecnología puesta al servicio de las personas. Aunque podría haberlo omitido, Jorge Bergoglio se posicionó en los grandes temas que afectaron a la población mundial durante mandato al frente del Vaticano. De esta manera, promovió la vacunación durante la pandemia de coronavirus, participó de forma activa en las cumbres climáticas promovidas por Naciones Unidas y exigió un uso responsable de la inteligencia artificial. Además, demostró su compromiso con la educación superior en Argentina y en todo el mundo.
“El progreso de la ciencia y de la técnica, en la medida en que contribuye a un mejor orden de la sociedad humana y a acrecentar la libertad y la comunión fraterna, lleva al perfeccionamiento del hombre y a la transformación del mundo”, afirmó a principios de 2024 en la celebración de la 57 Jornada Mundial de la Paz.
Sin embargo, también alertó allí que “los progresos técnico-científicos, haciendo posible el ejercicio de un control sobre la realidad, nunca visto hasta ahora, están poniendo en las manos del hombre una vasta gama de posibilidades, algunas de las cuales representan un riesgo para la supervivencia humana y un peligro para la casa común”.
“La fe y la ciencia pueden unirse en la caridad si la ciencia se pone al servicio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, y no se distorsiona en su detrimento o incluso en su destrucción”, subrayó durante una conferencia organizada por el Observatorio Astronómico Vaticano a mediados de 2024.
IA, vacunas y ambiente
El sumo pontífice siguió de cerca el desarrollo de la inteligencia artificial y denunció el paradigma tecnocrático que “está por detrás de la degradación del ambiente”. “La inteligencia artificial y las últimas novedades tecnológicas parten de la idea de un ser humano sin límite alguno, cuyas capacidades y posibilidades podrían ser ampliadas hasta el infinito gracias a la tecnología. Así, el paradigma tecnocrático se retroalimenta monstruosamente”, dijo.
En una reflexión, el papa apuntó: “Provoca escalofríos advertir que las capacidades ampliadas por la tecnología dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo. ¿En manos de quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad”.
Otro de los grandes temas relacionados con la ciencia que preocupó a Francisco fue el cuidado del ambiente. En un documento publicado en 2023, señaló que “por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes”. Allí hizo alusión a los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y extremos.
“Es verdad que no cabe atribuir de modo habitual cada catástrofe concreta al cambio climático global. Sin embargo, sí es verificable que determinados cambios en el clima provocados por la humanidad aumentan notablemente la probabilidad de fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos”, añadió.
Aunque pudo elegir hablar sobre el tema en términos abstractos, en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (celebrada en Azerbaiyán a fines de 2024), apuntó contra la responsabilidad de los países ricos. En este sentido, pidió que condonen las deudas de países “que nunca podrán pagarlas”.
“Más que una cuestión de generosidad, se trata de una cuestión de justicia. Esta se agrava aún más hoy en día por una nueva forma de injusticia que reconocemos cada vez más: la existencia de una verdadera ‘deuda ecológica’, en particular entre el Norte y el Sur global, vinculada a desequilibrios comerciales con efectos sobre el medio ambiente y al uso desproporcionado de los recursos naturales por parte de ciertos países durante largos períodos”, resaltó.
A su vez, en medio de movimientos antivacunas, teorías conspirativas y dudas, el papa fue uno de los líderes mundiales que promovió la inoculación contra el covid-19. “Vacunarse, con vacunas autorizadas por las autoridades competentes, es un acto de amor. Y ayudar a que la mayoría de la gente se vacune es un acto de amor. Amor por uno mismo, amor por la familia y los amigos, amor por todos los pueblos”, dijo en un mensaje televisado.
En cuanto a la educación superior, en 2023 Francisco recibió a más de 200 rectores de universidades de América Latina y el Caribe. Incluso, celebró las protestas argentinas contra los recortes presupuestarios llevados a cabo por el gobierno nacional.
“Me alegra cuando hay un ajuste de este tipo y la gente se opone. Hacer ajuste en educación es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo, es criminal. La educación es la comida del alma, de la mente, del espíritu. No es posible que a la universidad tengan solo acceso los hijos de los ricos, el pueblo necesita formar la cabeza, necesita una cultura universitaria grande”, sostuvo en una entrevista emitida por el canal Orbe 21 a fines de 2024.
Fuente: agencia.unq.edu.ar