Solo en los primeros meses del año pasado, cuatro estados de Norteamérica estudiaron leyes para autorizar la enseñanza de teorías creacionistas en clase de Ciencias. Y es que, a pesar del consenso científico en torno al darwinismo, la evolución humana sigue siendo un tema polémico en buena parte del mundo.
Por eso, muchos científicos se dedican a perseguir estrategias para transmitir mejor las ideas evolucionistas y hacer que calen en una sociedad reticente. Es cierto que este problema es especialmente fuerte en EEUU donde el 42% de la población cree que el hombre fue creado tal y como es hoy en día. Pero precisamente eso es lo que nos está ayudando a que aprendamos cosas: como que donde se ponga un famoso que se quite un profesor de biología.
Lo ha dicho Clooney
A través de la Nueva Ilustración Evolucionista, llego a un trabajo de Steven Arnocky y su equipo se dieron cuenta de que ninguna investigación había explorado si la aceptación de la evolución podía ser susceptible a las opiniones de otros influyentes. Para estudiarlo, seleccionaron a 158 sujetos a diferentes opiniones para ver cuál de ellas tenía un mayor efecto en la población.
Por el lado de los famosos, escogieron a George Clooney y Emma Watson (que fueron seleccionado porque una investigación previa mostraba que cumplían los criterios máximos de atractivo social). Por el lado de la academia, crearon a un prestigioso profesor de biología llamado George Rooney.
La muestra es pequeña y homogénea, pero como investigación exploratoria parece correcta. Además, las conclusiones van en la línea de investigaciones previas. Los datos señalan que, efectivamente, la opinión de una celebridad sobre la evolución influye en la aceptación social de la misma (más que la de los expertos en el campo). No es una gran sorpresa. Ya sabíamos que las celebridades pueden influir en los valores fundamentales y las creencias de las personas, en temas importantes, como la orientación política o la afiliación religiosa.
Un gran poder, una gran responsabilidad
Pero, más importante, lo que señala el estudio (y otros previos) es que una vez que las celebridades hacen unas declaraciones, el impacto es muy difícil de eliminar. «Las afirmaciones públicas hechas por celebridades que contienen desinformación científica continúan ejerciendo una influencia en las opiniones de las personas, incluso después de que se hayan retractado», explican los autores.
Es decir, los resultados muestran que, para bien o para mal, las celebridades tienen un papel fundamental en la alfabetización científica de la población general. En la evolución, pero también en las vacunas, el cambio climático o los transgénicos, la influencia de celebridades parecen ser decisiva. Es algo que tener muy en cuenta.
Fuente: xatakaciencia.com