Ante la explosión de la inteligencia artificial, que despierta tanto entusiasmo como preocupación, la Asamblea General de la ONU pidió este jueves que se creen “normas” internacionales, en la primera resolución que se adopta sobre este delicado asunto
El texto, preparado por Estados Unidos y copatrocinado por decenas de países, se adoptó por consenso tras varios meses de negociaciones. La resolución, que excluye la IA militar, subraya “la necesidad de establecer normas que garanticen que los sistemas de inteligencia artificial son seguros y fiables”.
El objetivo es “promover, en lugar de obstaculizar, la transformación digital y el acceso equitativo a los beneficios de estos sistemas”, con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que pretenden garantizar un futuro mejor para toda la humanidad de aquí a 2030.
“Hoy nos encontramos en un punto de inflexión. La inteligencia artificial plantea retos universales existenciales”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, promotora del texto.
Amenazas y oportunidades
El texto subraya las amenazas que plantean las tecnologías diseñadas o utilizadas “con fines equivocados o con la intención de causar daño”.
La aparición a finales de 2022 de ChatGPT, de la empresa californiana OpenAI, capaz de escribir disertaciones, poemas o hacer traducciones en segundos, otorga a los intentos de regular la IA una nueva dimensión.
Este sistema reveló el enorme potencial de la IA, pero también expuso sus riesgos para la democracia, en un año en que la mitad del mundo elegirá a sus líderes, o por la difusión de fotografías o vídeos falsos que pueden manipular a la opinión pública y arruinar la vida de las personas.
Por eso, el texto reconoce que, sin “salvaguardias”, la IA corre el riesgo de socavar los derechos humanos, reforzar los prejuicios y la discriminación y poner en peligro la protección de los datos personales.
En este sentido, pide a todos los Estados miembros y otras partes interesadas que “se abstengan o dejen de utilizar sistemas de inteligencia artificial que no puedan utilizarse respetando los derechos humanos o que presenten riesgos excesivos para el ejercicio de los derechos humanos”.
La resolución se centra principalmente en los beneficios potenciales de la IA para el desarrollo, y afirma estar “comprometida con la reducción de la brecha digital” entre países y dentro de ellos.
En este sentido, la embajadora estadounidense recordó que la IA “también alberga profundas oportunidades universales para acelerar nuestro trabajo para acabar con la pobreza, salvar vidas, proteger nuestro planeta y crear un mundo más seguro y equitativo”.
“Centrarse en el desarrollo es un esfuerzo deliberado de Estados Unidos por ganarse la simpatía” de los países pobres, dijo a la AFP Richard Gowan, analista del International Crisis Group.
Es “más fácil” que “abordar de frente las cuestiones de seguridad, para una primera iniciativa”, añadió.
Sesgos
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que ha hecho de la regulación de la IA una de sus prioridades, pidió la creación de una entidad de la ONU que siga el modelo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Destacando habitualmente las amenazas que suponen la desinformación y los prejuicios, la semana pasada alertó de los “sesgos” de las tecnologías diseñadas principalmente por hombres y que “ignoran” las necesidades y derechos de las mujeres.
“Los algoritmos dominados por hombres podrían literalmente programar la desigualdad en actividades como la planificación urbana, la calificación crediticia o las imágenes médicas, durante años”, advirtió.
“No creo que Estados Unidos quiera dejar que Guterres lidere esta conversación tan delicada, así que está interviniendo para dar forma al debate”, dijo Richard Gowan, y aludió a una “carrera” protagonizada por varios Estados miembros de la ONU, entre ellos Estados Unidos, China y Corea del Sur, para estar a la vanguardia de esta cuestión social.
En octubre, la Casa Blanca ya había dado a conocer normas y principios destinados a garantizar que Estados Unidos “lidere el camino” en la regulación de la IA, y el presidente Joe Biden insistió en la necesidad de “gobernar” estas tecnologías.
El pasado 13 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó la primera ley en el mundo para regular el uso de la inteligencia artificial en la Unión Europea.
Fuente: elespectador.com