Las estrategias de desarrollo y retención se deben de replantear para evitar la fuga de talento o bien se debe generar una rotación benéfica; a falta de políticas públicas, el clúster aeroespacial trabaja con universidades y centros de investigación para generar perfiles adecuados, afirmó Verónica Méndez Magaña, presidenta de este organismo y directiva de GE Aerospace Querétaro, quien estimó que la demanda de aviones para los próximos 20 años es de 44 mil unidades
México necesitará más de 40,000 ingenieros aeroespaciales para el 2035, según cifras de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia), y si bien se descarta un déficit en el número de especialistas para atender las operaciones de este sector en el país, sí se ha llegado a un punto de inflexión en el que es necesario consolidar las estrategias para el desarrollo de talento, advirtió Verónica Méndez, líder del Programa Técnico de Servicios RBA de GE Aerospace Querétaro.
“Yo pensaría que no estamos en un déficit, pero sí en un punto de inflexión. Y este punto de inflexión se trata de la retención y atracción de talento”, dijo la también presidenta del Aeroclúster de Querétaro durante su ponencia “Reestructura de las cadenas de Proveeduría”, impartida durante el Aerospace Meetings Querétaro 2024.
En este sentido las empresas deben replantear las experiencias que les dan a sus colaboradores para que su talento permanezca o se genere una rotación que sea benéfica al interior de la industria.
“Compartir la emoción que a mí me da mi trabajo”
“Mi work-life balance es compartir con mi familia la emoción que a mí me da hacer mi trabajo y si eso lo podemos transmitir a nuestros empleados, a nuestros colaboradores y a nuestros equipos, creo que podemos hacer una buena tarea en que todo ese talento que produce México pueda venir a esta industria”, consideró.
Para cubrir las necesidades del sector en materia de talento, el aeroclúster trabaja con diversas universidades como la Aeronáutica en Querétaro (Unaq), la Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Anáhuac, donde en conjunto se abordan las capacidades que requieren las empresas para diseñar currículas adecuadas de manera que se reduzca la curva de aprendizaje cuando los egresados se incorporen al mercado laboral.
“No hay un déficit (de talento), pero estamos en un punto en donde tenemos que seguir estando listos. Y lo que no se puede hacer a nivel nacional (ante la falta de políticas públicas) lo tratamos de solventar cada estado, cada región a través de los gobiernos locales y de los programas que hay de trabajo con las universidades y centros de investigación de manera local”, comentó.
Luego de la pandemia se comenzó a perder talento frente a empresas en el extranjero, cuyos niveles de sueldo son superiores, y hacia otras industrias. Además, la directiva al iniciar su ponencia aclaró que es nacida en el Salvador, pero “mexicana de corazón como ‘Chabela’ Vargas, (quien dice) los mexicanos nacemos donde se nos da la gana, entonces (soy) más mexicana que el sarape, el nopal y el tequila”, expresó orgullosa para después referirse al talento y a la digitalización y transmitir la siguiente reflexión: “De qué sirven las grandes máquinas si no hay humanos capaces de operarlas”.
Habló de la importancia que tiene para la industria aeroespacial el hecho de reducir las emisiones de CO2 y aclaró que “aunque la aviación representa solo el 2% de las emisiones de carbono”, la industria está comprometida en trabajar para contaminar menos, con actividades como “utilizar energías renovables en nuestros complejos”.
“No es la tecnología la que crea”
Otra tendencia, agregó, es la tecnología y la digitalización. El mercado para la inteligencia artificial (IA) alcanzará los 2.2 millones de dólares. Aclaró que “la tecnología es un complemento de lo que podemos hacer, la tecnología complementa la capacidad del ser humano de crear, no es la tecnología la que crea”.
Cabe destacar que el estado de Querétaro alberga 80 empresas y proveedores aeroespaciales que en conjunto exportan hasta 70% de su producción, principalmente a Estados Unidos y Canadá. Esta industria experimenta un crecimiento anual de 8% en el sector desde hace 15 años, según datos del gobierno estatal. Por lo que se busca seguir dando valor y ser atractivos para las empresas que llegan, además de fomentar la creación de empresas mexicanas que se unan al sector, dijo Méndez.
El clúster aeroespacial de Querétaro cuenta con 60 empresas miembros, que en conjunto generan alrededor de 10,000 empleos (27% de estos ocupados por mujeres) y 1.43 millones de dólares en ventas.
Vital desarrollar la cadena de suministro
La cadena de suministro aeroespacial en México ha crecido 15% en la última década con 368 plantas ubicadas en 19 estados del país, dedicadas al Mantenimiento, Revisión y Overhaul (MRO por sus siglas en inglés), aeroestructuras, diseño e ingeniería y espacio y defensa, informó Méndez.
Estos grandes sectores, consideró, son hacia los que se tiene que enfocar la cadena de suministro.
En este sentido, desarrollar la cadena de suministro se vuelve vital para incrementar las ventas al extranjero, principalmente de Estados Unidos. Sin embargo, al no contar con una política pública nacional que impulse el desarrollo de la proveeduría, han sido los clústeres locales los que han tenido que salir al quite a través de los apoyos estatales disponibles.
“Que más quisiera yo que pudiéramos tener iniciativas a nivel nacional. A falta de una política pública a nivel nacional para el desarrollo de proveedores lo solventamos con el buen trabajo a nivel estatal, de los apoyos y programas que podemos tener. Como clúster tenemos certificaciones y estamos buscando que podamos tener acceso a financiamientos para quienes quieran entrar en la industria”, reiteró.
“La demanda de aviones creció de una manera espectacular”
Explicó que se busca que las empresas tengan un financiamiento dirigido al retorno de inversión que puede tener entrar el sector (dado que los periodos de pago son distintos a los de otras industrias), además de que, como empresas tractoras, se busca difundir información de manera muy puntual de cómo insertarse en la línea aeroespacial, industria que, “después de la pandemia creció de una manera espectacular como nadie lo pudo haber predicho, (ya que) la demanda de aviones para los próximos 20 años es de 44 mil unidades”.
También se hace visible la necesidad de insumos que actualmente se importan para los ensambles y los subensambles.
En lo que refiere a investigación y desarrollo, México únicamente invierte 0.5% de su Producto Interno Bruto (PIB), cifra por debajo del promedio de 2.4% entre los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En el estado se invierte hasta 1.5% en el rubro.
“Como país sí es muy importante que empecemos a ver y a empujar como sector privado el poder tener un componente de investigación y desarrollo”, dijo Verónica Méndez Magaña, quien forma parte del libro recientemente publicado por Vanguardia Industrial titulado: Manufactura con Liderazgo Femenino.
Por ejemplo, en el caso de GE en conjunto con la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq) en el 2023 instalaron un laboratorio en el que desarrollan componentes de aviación sustentable.
Una industria sustentable
Finalmente, en materia de sustentabilidad, la líder de operaciones de GE, añadió que el clúster aeroespacial colabora con el automotriz para entrar en el programa de Economía Circular del estado, con el objetivo de tener un enfoque hacia la sostenibilidad y responsabilidad social como industria, adicional a los objetivos trazados por la industria aeronáutica a nivel global.
El 70% de las empresas aeroespaciales en Querétaro carece de un plan de reúso de agua y 45% no cuenta con un plan de eficiencia energética, por lo que al incorporarse en este programa se busca mitigar este porcentaje encontrando áreas de oportunidad en las empresas.
Fuente: vanguardia-industrial.net