El Gobierno de México no ha mostrado intención de revertir la prohibición gradual del herbicida glifosato, que ha de culminar en 2024, pese a las presiones institucionales en Estados Unidos y las constantes afirmaciones del fabricante Bayer de que sus efectos cancerígenos no se han demostrado.
Comunicaciones internas revelan la presión que ha ejercido tanto Bayer como el lobby químico CropLife hacia diferentes agencias del Gobierno estadounidense para evitar la prohibición en México, una información conseguida mediante un acta de transparencia por el Centro para la Diversidad Biológica (CBD, en sus siglas en inglés) y a la que ha tenido acceso Efe.
“Todas y cada una de las áreas del Gobierno estadounidense fueron objetivo de las compañías químicas para aplicar su influencia”, dijo a Efe el científico del CBD Nathan Donley, sorprendido por la involucración de instituciones como el Senado y la Cámara de Representantes y por “cómo de influyente es la industria de los pesticidas” en el Ejecutivo de Estados Unidos.
Fuertes presiones
Los documentos revelados, que abarcan unos dieciocho meses, incluyen frases como que la mexicana Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) “se está convirtiendo en un severo problema” e insinúan que la prohibición del glifosato podría incurrir en un incumplimiento del renovado tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), estrenado en julio de 2020.
“Hay mucha presión sobre el Gobierno mexicano para dar marcha atrás en la prohibición”, aseveró Donley, tras comparar el caso con el de Tailandia, país que en 2019 revocó la censura que había impuesto sobre este mismo pesticida.
En opinión del científico, mucha de la presión reflejada en “los correos electrónicos en este momento” tanto de Bayer como de CropLife “va a seguir incrementando a medida que México, como sería esperanzador, haga más que prohibir un pesticida particular”.
Pese a las presiones, el investigador del CBD consideró que México sigue centrado en “reducir los agroquímicos”, aunque reconoció “complicaciones por el T-MEC y otros factores”, por lo que no se atrevió a dar un pronóstico definitivo sobre el futuro de la prohibición.
El Ejecutivo mexicano no se ha pronunciado tras la publicación de estos documentos elaborados por distintas agencias gubernamentales de Estados Unidos, por lo que nada hace indicar que el decreto presidencial firmado el 31 de diciembre prohibiendo el glifosato esté en entredicho.
Uno de los objetivos prioritarios del actual Gobierno de México, presidido por Andrés Manuel López Obrador, es conseguir la soberanía y la seguridad alimentaria, por lo que el mandatario prohibió también para 2024 el cultivo de maíz transgénico.
Consultada por Efe, la Secretaría de Medio Ambiente, principal impulsora de la prohibición del glifosato, no quiso ofrecer una postura oficial sobre las filtraciones, mientras fuentes de la Secretaría de Economía declinaron hacer comentarios, aunque tampoco negaron la existencia de tales presiones.
Uso del glifosato
El glifosato está calificado desde 2015 como “probablemente cancerígeno para los humanos”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque su efectividad lo convierte en el pesticida más usado del mundo.
A principios de febrero, el secretario mexicano de Agricultura, Víctor Villalobos, recordó ante la preocupación de los productores que el país buscará alternativas al glifosato hasta su prohibición definitiva en 2024, aunque admitió que su sustitución genera incógnitas.
“Hay compuestos que se utilizan de menor espectro para el combate de malezas, pero hay que verlos en ese contexto de efectividad, costos, oportunidades y qué tipo de malezas atacan”, señaló, mientras el sector agroindustrial mexicano defiende que la prohibición tendrá un impacto negativo en la productividad del 30 %.
El glifosato ha provocado más de 100.000 denuncias a nivel mundial por sus efectos cancerígenos y el fabricante, la multinacional Monsanto, adquirida por Bayer en 2018, pagará unos 9.000 millones de euros en compensaciones.
Pese a ello, en un posicionamiento oficial al que tuvo acceso Efe, Bayer México indicó que el producto “se ha utilizado de manera segura y exitosa en México y en todo el mundo durante más de cuarenta años”.
“Una eliminación gradual del glifosato sería inconsistente con la ciencia y, desafortunadamente, causaría importantes complicaciones a los muchos agricultores mexicanos que dependen del glifosato para producir cultivos saludables de manera segura, sostenible y efectiva”, resaltó la empresa.
Además, recordó que tiene el beneplácito de numerosos reguladores sanitarios y químicos, entre ellos la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de Estados Unidos, que en enero de 2020 declaró que “no existen riesgos para la salud humana por los usos registrados actuales de glifosato y que no es probable que el glifosato sea cancerígeno para los seres humanos”.
Fuente: efeverde.com