Un editorial del semanario reprocha al presidente que recorte los fondos para la ciencia y ahora pida acelerar la búsqueda de una vacuna
«Hace tres años, el presidente [Donald Trump] declaró su escepticismo sobre las vacunas e intentó lanzar un grupo de trabajo antivacunas. Ahora de repente ama las vacunas. Háganos un favor, señor presidente. Si quiere algo, empiece por tratar la ciencia y sus principios con respeto», escribe H. Holden Thorp, editor jefe de la prestigiosa revista ‘Science’, en respuesta a unas declaraciones de Trump sobre la epidemia de coronavirus. Y es que hace unos días, el presidente estadounidense —que durante años defendió la falsa relación entre vacunas y autismo— pidió «por favor» a científicos y compañías farmacéuticas que «aceleraran» el proceso de búsqueda de una vacuna para el SARS-CoV-2. Pero, una vez más, la comunidad científica ha tenido que responder que no es posible acelerar este tipo de investigaciones.
No es la primera vez que la revista ‘Science’ responde a la actualidad a través de sus editoriales. Pero sí es una de las reacciones más contundentes hasta la fecha. En esta ocasión, Thorp, editor del semanario especializado, ha salido a la palestra para recordar que la búsqueda de una vacuna para el coronavirus conlleva un largo proceso. Primero habrá que estudiar las características individuales de este patógeno. Después se tendrá que mirar cómo crear una inmunización eficaz para esta mutación específica. La elaboración de este compuesto también tendrá que ser testada. Y tan solo cuando se demuestre que es segura y eficaz podrá lanzarse al mercado. De ahí que, según calculen los expertos, difícilmente tendremos resultados significativos antes de un año y medio. O más. «Los ejecutivos farmacéuticos tienen todos los incentivos para llegar rápidamente a una vacuna —ya que, al fin y al cabo, serán ellos quienes la venderán— pero afortunadamente también saben que no se pueden romper las leyes de la naturaleza para llegar allí», señala el editorial, publicado antes del día de lanzamiento oficial de la revista.
«No espero que los políticos conozcan las ecuaciones de Maxwell para el electromagnetismo o la reacción química de Diels-Alder (aunque puedo soñar). Pero no puedes insultar a la ciencia cuando no te gusta y de repente pedirle algo que no conseguir», añade Thorp en su artículo. El editor del prestigioso semanario especializado también carga contra la gestión del ejecutivo americano del presupuesto dedicado a investigación científica, que en los últimos cuatro años ha sufrido graves recortes. Incluídos algunos que afectan a instituciones dedicadas a la gestión de la salud pública como el Centers for Disease Control and Prevention o el National Institutes of Health (NIH). «Pedir una vacuna y distorsionar la ciencia al mismo tiempo es sorprendentemente disonante», añade Thorp.
El compromiso de las revistas científicas
Las revistas científicas, por su parte, llevan semanas volcadas en la difusión de información sobre esta nueva mutación de coronavirus y, sobre todo, sobre la evolución de la epidemia. Tanto ‘Science’ como ‘Nature’, dos de los semanarios más prestigiosos y conocidos del mundo, han habilitado portales para difundir todos aquellos estudios que se vayan realizando sobre el covid-19. Sobre todo para evitar que las políticas de embargo retrasen la difusión de conocimiento.
«Hace tres años, el presidente [Donald Trump] declaró su escepticismo sobre las vacunas e intentó lanzar un grupo de trabajo antivacunas. Ahora de repente ama las vacunas. Háganos un favor, señor presidente. Si quiere algo, empiece por tratar la ciencia y sus principios con respeto», escribe H. Holden Thorp, editor jefe de la prestigiosa revista ‘Science’, en respuesta a unas declaraciones de Trump sobre la epidemia de coronavirus. Y es que hace unos días, el presidente estadounidense —que durante años defendió la falsa relación entre vacunas y autismo— pidió «por favor» a científicos y compañías farmacéuticas que «aceleraran» el proceso de búsqueda de una vacuna para el SARS-CoV-2. Pero, una vez más, la comunidad científica ha tenido que responder que no es posible acelerar este tipo de investigaciones.
No es la primera vez que la revista ‘Science’ responde a la actualidad a través de sus editoriales. Pero sí es una de las reacciones más contundentes hasta la fecha. En esta ocasión, Thorp, editor del semanario especializado, ha salido a la palestra para recordar que la búsqueda de una vacuna para el coronavirus conlleva un largo proceso. Primero habrá que estudiar las características individuales de este patógeno. Después se tendrá que mirar cómo crear una inmunización eficaz para esta mutación específica. La elaboración de este compuesto también tendrá que ser testada. Y tan solo cuando se demuestre que es segura y eficaz podrá lanzarse al mercado. De ahí que, según calculen los expertos, difícilmente tendremos resultados significativos antes de un año y medio. O más. «Los ejecutivos farmacéuticos tienen todos los incentivos para llegar rápidamente a una vacuna —ya que, al fin y al cabo, serán ellos quienes la venderán— pero afortunadamente también saben que no se pueden romper las leyes de la naturaleza para llegar allí», señala el editorial, publicado antes del día de lanzamiento oficial de la revista.
«No espero que los políticos conozcan las ecuaciones de Maxwell para el electromagnetismo o la reacción química de Diels-Alder (aunque puedo soñar). Pero no puedes insultar a la ciencia cuando no te gusta y de repente pedirle algo que no conseguir», añade Thorp en su artículo. El editor del prestigioso semanario especializado también carga contra la gestión del ejecutivo americano del presupuesto dedicado a investigación científica, que en los últimos cuatro años ha sufrido graves recortes. Incluídos algunos que afectan a instituciones dedicadas a la gestión de la salud pública como el Centers for Disease Control and Prevention o el National Institutes of Health (NIH). «Pedir una vacuna y distorsionar la ciencia al mismo tiempo es sorprendentemente disonante», añade Thorp.
El compromiso de las revistas científicas
Las revistas científicas, por su parte, llevan semanas volcadas en la difusión de información sobre esta nueva mutación de coronavirus y, sobre todo, sobre la evolución de la epidemia. Tanto ‘Science’ como ‘Nature’, dos de los semanarios más prestigiosos y conocidos del mundo, han habilitado portales para difundir todos aquellos estudios que se vayan realizando sobre el covid-19. Sobre todo para evitar que las políticas de embargo retrasen la difusión de conocimiento.
Fuente: elperiodico.com