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La ONU predice subida inevitable de 3 a 5 grados en el Ártico para 2050

La ONU predice subida inevitable de 3 a 5 grados en el Ártico para 2050

Las temperaturas invernales en el Ártico aumentará entre 3ºC y 5ºC para 2050 y de 5ºC a 9ºC para 2080, incluso con recorte de emisiones de gases invernadero acorde con el Acuerdo de París.

Pero incluso si las emisiones globales se detuvieran de la noche a la mañana, las temperaturas seguirían aumentando de 4ºC a 5°C para 2100, en comparación con el final del siglo XX. Este aumento está ‘bloqueado’ en el sistema climático por los gases de efecto invernadero ya emitidos y el almacenamiento de calor del océano.

Así lo advierte un nuevo informe de ONU Medio Ambiente, que alerta de que este aumento de temperatura devastará la región y desatará el aumento del nivel del mar en todo el mundo. Además, el descongelamiento rápido del permafrost podría incluso acelerar aún más el cambio climático y descarrilar los esfuerzos para alcanzar el objetivo a largo plazo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 2°C.

Otras presiones ambientales en el Ártico identificadas por la ONU en su informe, ‘Enlaces globales: Una mirada gráfica al cambio del Ártico’, incluyen la acidificación de los océanos y la contaminación por plásticos. El documento se ha presentado este miércoles en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

“Lo que sucede en el Ártico no se queda en el Ártico”, advierte en un comunicado Joyce Msuya, directora ejecutiva interina de ONU Medio Ambiente. “Tenemos la ciencia; ahora se necesita una acción climática más urgente para alejarse de los puntos de inflexión que podrían ser incluso peores para nuestro planeta de lo que pensábamos al principio”, alerta.

El informe insta a las sociedades del área ártica a responder al cambio climático a través de “acciones de adaptación adecuadas”. Los pueblos indígenas del Ártico enfrentan ya una mayor inseguridad alimentaria. Para el 2050, cuatro millones de personas, y alrededor del 70% de la infraestructura ártica actual, se verán amenazadas por el deshielo del permafrost.

Más deshielo, emisiones y acidificación

Según la ONU, los impactos a nivel mundial del aumento de las temperaturas en el Ártico también serían enormes.

Los modelos climáticos predicen que, a la tasa actual de emisiones de CO2, los veranos árticos estarán libres de hielo para la década de 2030. Desde 1979 hasta el presente, se estima que el hielo marino del Ártico ha disminuido en un 40%, y que el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y los glaciares del Ártico contribuyen a un tercio del aumento del nivel del mar en todo el mundo.

Por todo ello, incluso cumpliendo el Acuerdo de París, se espera que el permafrost del Ártico se reduzca en un 45% en comparación con la actualidad. A nivel mundial, estos suelos congelados contienen aproximadamente 1,672 billones de toneladas métricas de carbono.

Así pues, se espera que el aumento de la descongelación contribuya significativamente a las emisiones de dióxido de carbono y metano. El calentamiento resultante, a su vez, conducirá a más descongelación, un efecto conocido como ‘retroalimentación positiva’. Este cambio climático acelerado podría incluso desviar el objetivo de 2°C del Acuerdo de París.

El cambio climático también tendrá consecuencias para la acidificación de los océanos, sobre todo en las especies marinas del Ártico. Esto se deba a que el agua fría puede retener más CO2 disuelto, mientras que la fusión del hielo propaga más esa acidez. Desde el comienzo de la revolución industrial, el océano del mundo se ha vuelto un 30% más ácido. Cuanto más ácida es el agua, más energía deben utilizar los corales árticos, los moluscos, los erizos de mar y el plancton para construir sus conchas y esqueletos.

A pesar de su imagen prístina, las características geográficas y el clima frío del Ártico hacen que el océano, el lecho marino y la costa de la región sean un sumidero de contaminantes de todo el mundo. Solo 1.000 de las 150.000 sustancias químicas en uso en todo el mundo son monitoreadas regularmente. Por lo tanto, la ONU afirma que se necesita un sistema de aprobación global para nuevos productos químicos.

Fuente: EP

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