El ensayo global Solidaridad PLUS se centrará en rebajar el exceso de respuesta inmune más que en combatir al coronavirus
La historia de éxito de las vacunas contra el coronavirus tiene su reverso: el fracaso en la búsqueda de un fármaco que combata la covid una vez que el patógeno se ha adueñado del cuerpo. Ninguno de los antivirales ensayados ni la mayoría de nuevas terapias han logrado resultados contundentes. Ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado un macroensayo mundial con tres nuevos fármacos. Pensados para otras enfermedades, podrían ser reutilizados con el SARS-CoV-2. Ninguno de los tres atacará al coronavirus directamente. Los científicos esperan que suavicen la respuesta excesiva del sistema inmune.
Con una decena de vacunas en uso y casi 300 en desarrollo, según la OMS, resulta llamativa la ausencia de un tratamiento eficaz para cuando la covid se complica más allá de la ventilación mecánica. Se han ensayado decenas de tratamientos, desde antivirales pensados para otras patologías como la infección por VIH hasta modernas terapias monoclonales (utilizar las defensas creadas por una persona infectada, aumentándolas en un laboratorio) pasando por antimicrobianos contra la lepra.
A comienzos de la pandemia, la OMS seleccionó a cuatro de las formulaciones más prometedoras, como la cloroquina, que se usa con éxito contra la malaria, o el remdesivir. Pero tras meses de estudio en una decena de países con miles de pacientes, un duro informe echó abajo todas las esperanzas, aunque los resultados finales no estarán hasta septiembre. Aquel gran esfuerzo se llamó Solidaridad (Solidarity) y se centró en las regiones del planeta que menos opciones tenían de obtener dosis suficientes de alguna vacuna.
Tras el fracaso de Solidaridad, la OMS vuelve a intentarlo ahora con Solidaridad PLUS y tres nuevos fármacos que empezarán a probarse de nuevo en miles de pacientes. Como dijo el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus en la rueda de prensa en la que presentó la iniciativa, “se trata del primer ensayo verdaderamente mundial”. Ya han empezado en dos centros sanitarios de Finlandia, pero lo extenderán a 600 hospitales de 52 países.
Pero esta vez, Solidaridad PLUS no van contra el coronavirus directamente. La estrategia ahora es lograr que alguno de ellos logre reducir la respuesta del sistema inmune cuando esta se desboca y pasa de proteger a agredir al individuo infectado. Por razones que aún se están estudiando, el SARS-CoV-2 provoca en muchos infectados una excesiva activación de las defensas. De hecho, la mayoría de los que se agravan y acaban en la UCI lo hacen por esto (son procesos de inflamación aguda, como la desencadenada por la llamada tormenta de citoquinas que en la primera ola aparecía sobre todo en la segunda semana de infección) y no por el patógeno en sí. Por eso y por el conocimiento acumulado con los anteriores ensayos, un grupo de expertos independientes seleccionó tres fármacos que tienen en común su acción sobre la respuesta inmunitaria.
Uno de ellos es el artesunato, un medicamento producido por la farmacéutica india Ipca. Se basa en la síntesis de la artemisina, ingrediente de una planta de la medicina tradicional asiática. Hasta ahora estaba indicado para el tratamiento del paludismo. En el ensayo se administrará por vía intravenosa durante siete días usando la misma dosis que la indicada para los casos de malaria grave. El panel de expertos lo recomendó por sus propiedades antiinflamatorias. Como los dos siguientes, ha sido donado por el fabricante.
Novartis está distribuyendo en los hospitales participantes dosis de su imatinib. Se trata de una molécula desarrollada en los años sesenta como una nueva herramienta de quimioterapia que inhibe unas determinadas enzimas en células cancerosas. Está indicado para determinados cánceres, como la leucemia mieloide crónica. En Solidaridad PLUS, se administrará a los enfermos de covid grave en un tratamiento de 14 días. Ensayos más pequeños indican que podría revertir los daños pulmonares que provoca la reacción inmunitaria.
Por último, el tercer fármaco que se va a probar es infliximab, producido por Johnson & Johnson. Este medicamento se usa contra determinadas patologías del sistema inmune, como la enfermedad de Crohn o la artritis reumatoide. Es un anticuerpo monoclonal que interfiere en el proceso inflamatorio propio de los trastornos autoinmunes. En el ensayo, se inyectará en una única dosis.
En Solidaridad PLUS van a participar más de 1.000 investigadores y, aunque sus resultados finales no estarán hasta la primavera del año que viene, desde la OMS confían en tener los preliminares antes de que acabe el año. Para Marco Medina, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y responsable del ensayo clínico Solidaridad en el país centroamericano, “hallar una cura es crucial, tanto como el acceso a las vacunas”.
Fuente: elpais.com