Las monedas respaldadas por gobiernos dominan el mundo. Pero pronto podrían enfrentarse a rivales en forma de criptomonedas digitales privadas, especialmente si Facebook o alguna otra gran empresa lanza la suya. Dadas las posibilidades de que algo similar suceda, es imprescindible analizar qué impacto tendrá en el sistema financiero.
Si analizamos sucesos del pasado, se podría afirmar que “a la gente no le va a gustar lo que nos vamos a encontrar”, sostiene el presidente y CEO del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos de St. Louis, James Bullard.
El responsable, uno de los 12 presidentes regionales que dirigen las sucursales del banco central en todo el país, habló sobre este tema recientemente en Nueva York (EE. UU.) en un congreso para los bancos centrales. Afirmó que el aumento de criptomonedas causaba una “deriva” hacia un sistema de “monedas no uniformes”.
Refiriéndose a su propia investigación sobre el tema, Bullard aseguró que la humanidad ya vio lo que podría pasar gracias a la época en la que Estados Unidos carecía de una moneda única. En 1830, el 90 % del dinero en circulación en el país lo hacía en forma de billetes privados. Hasta que apareció un problema. “Los que subían a su caballo con sus billetes en su bolso y viajaban a otra ciudad, encontraban que sus billetes no se intercambiaban de igual manera en esa otra ciudad”, explicó Bullard. Los tipos de cambio entre los diferentes billetes fluctuaron, por razones difíciles de precisar.
El mercado actual de divisas muestra un “caos de la tasa de cambio” similar, dijo Bullard. Por ejemplo, el tipo de cambio entre el dólar estadounidense y el yen japonés fluctúa hasta en un 15 % de un año a otro, aunque los “fundamentos” de las dos economías muestran bastante menos diferencia, subrayó. Los nuevos participantes en la competición global de divisas también se enfrentarán con este problema.
Facebook afirma que su moneda Libra mantendrá un valor estable porque estará respaldada por una reserva basada principalmente en depósitos en efectivo de dólares estadounidenses, libras esterlinas, euros y yenes japoneses. Su enfoque se basa en las llamadas stablecoins, una clase emergente de monedas digitales de valor estable. Pero Bullard advierte que la idea principal de las criptomonedas estables no es nueva. Varios países han tratado de “vincular” el valor de su moneda al de otra, normalmente el dólar estadounidense. En ese caso, el banco central se compromete a convertir una cantidad fija de su moneda nacional a un dólar.
“Pero los sistemas de tipo de cambio fijo han fallado bastante, incluso en economías muy grandes, por lo que tampoco parece ser una solución prometedora”, opina Bullard.
El responsable afirma que el factor clave que mantiene la estabilidad de la moneda es la “credibilidad” de su emisor. Por ejemplo, la política inestable en Venezuela en los últimos años ha contribuido a la pérdida de valor de su moneda en relación con el dólar. Bullard añade: “Creo que las criptomonedas serían propensas a este tipo de falta de credibilidad. Si una compañía grande emite monedas virtuales, pero su modelo de negocio decae, o la gente comienza a tener dudas sobre la futura viabilidad de la compañía, esto seguro que afectaría la decisión de las personas para quedarse con esa moneda en particular”. Si pierden la confianza, se perdería el valor o incluso llegaría al colapso.
Desde ese punto de vista, Bullard ve “poco probable que surja alguna otra moneda, la que sea, capaz de ganar al dólar”. Y añade: “Si eso ocurriera, haría falta una gran credibilidad sobre el futuro valor de esa moneda”.
En cuanto a Libra, la directora del Centro para la Transformación Legal Global en la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia (EE. UU.), Katharina Pistor, cree que Libra podría tener dificultades para mantenerse, especialmente si ocurre una crisis financiera. Por eso, ella considera que es poco probable que suponga un desafío rente a las monedas nacionales estables.
Pero Libra sí podría competir contra monedas nacionales de países que tienen monedas menos estables, y eso podría tener efectos negativos. Facebook ha dicho que las personas de todo el mundo podrán comprar Libra con sus monedas locales. Pero Pistor, quien recientemente testificó en una audiencia en el Congreso de EE. UU. centrada en Libra, señala que para mantener el respaldo total de su reserva hará falta otro paso: de alguna manera, las monedas locales se deberán intercambiar por las monedas en la reserva. Eso podría afectar los tipos de cambio locales, explica.
El resultado podría ser una versión moderna de volatilidad de los precios similar al que causaron las monedas privadas en Estados Unidos en la década de 1830. Bullard predice que a los consumidores y a las empresas no les gustará ver un caos en la tasa de cambio. Y destaca que la impopularidad de ese sistema influyó en la decisión posterior del Gobierno de reemplazarlo con el sistema bancario nacional. Al terminar ese caos, el dólar pudo imponerse.
Fuente: technologyreview.es