El uso de la edición del genoma para inactivar una proteína llamada PCSK9 reduce efectivamente los niveles de colesterol en macacos rhesus, una especie de mono, según investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos.
Según los autores, es la primera demostración de una reducción clínicamente relevante de la expresión génica en un modelo animal grande que utiliza la edición del genoma. El equipo detalla su estudio en la revista ‘Nature Biotechnology’, donde describe un posible nuevo enfoque para el tratamiento de pacientes con enfermedades cardiacas que no toleran los inhibidores de PCSK9, medicamentos que se usan comúnmente para combatir el colesterol alto.
Normalmente, la proteína PCSK9 impide que los receptores eliminen el exceso de LDL (colesterol «malo») en el hígado. En la clínica, también se ha demostrado que la inhibición de PCSK9 puede reducir el LDL en humanos. Sin embargo, algunos pacientes con hipercolesterolemia, una forma extrema de enfermedad cardiovascular, no toleran estos fármacos. Este estudio sugiere que la edición del genoma parece prometedora como un enfoque terapéutico para estos pacientes.
«Muy a menudo estos pacientes son tratados con inyecciones repetidas de un anticuerpo para PCSK9 –dice el primer autor Lili Wang, profesor asociado de Investigación de Medicina–. Pero, nuestro estudio muestra que, con la edición exitosa del genoma, los pacientes que no pueden tolerar los fármacos inhibidores podrían no necesitar este tipo de tratamiento repetido».
Los coautores de Precision Biosciences, una empresa de biotecnología en Durham, Carolina del Norte, Estados Undios, diseñaron una enzima llamada meganucleasa para reconocer específicamente e inactivar el gen PCSK9. En este estudio, los científicos emplearon un vector de virus adenoasociado (AAV) portador de la meganucleasa para alterar el gen PCSK9 en el hígado de los primates.
En animales tratados con vectores de AAV de dosis media y alta, los niveles de PCSK9 se redujeron en un 45 a 84 por ciento y los niveles de LDL se redujeron en un 30 a 60 por ciento, caídas tanto clínicamente relevantes como estables. Los análisis moleculares del tejido hepático también demostraron que la edición del genoma inducía mutaciones entre un 40 y 65 por ciento de los genes PCSK9. Es importante destacar que las dosis de vectores de AAV utilizadas en este estudio se han utilizado de manera segura y eficaz en ensayos clínicos de la terapia de reemplazo del gen AAV para pacientes con hemofilia.
«Nuestro trabajo inicial con varios enfoques de suministro y edición produjo los datos más impresionantes en primates no humanos cuando emparejamos AAV para su entrega con la meganucleasa modificada para su edición», afirma el autor principal James M. Wilson, profesor de Medicina y Pediatría y director del Programa de Terapia Genética en Penn. «Aprovechamos nuestros más de 30 años de experiencia en terapia génica para progresar en la ciencia traslacional de la edición del genoma in vivo, y al hacerlo, reforzamos la importancia de los primeros estudios en primates no humanos para evaluar la seguridad y la eficacia», añade.
Fuente: infosalus.com