Siempre se ha hablado de que las masas son algo más allá de la sumatoria de los individuos. Estas parecen tener “mente propia” y tomar decisiones que no necesariamente concuerdan con las que cada persona habría tomado por su cuenta. Ahora, un grupo de investigadores se ha dado a la tarea no solo de estudiar esta inteligencia colectiva, sino de determinar qué tan posible sería predecirla y cuantificarla.
La respuesta a su iniciativa se publicó recientemente en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Detrás de esta estuvo el equipo de científicos conformado por Christoph Riedl, Young Ji Kim, Pranav Gupta, Thomas W. Malone y Anita Williams Woolley.
Mediciones de inteligencia colectiva: una nueva forma de predecir el accionar grupal
“Este artículo presenta algunas métricas computacionales para evaluar los procesos de colaboración que podrían ser fundamentales para estudiar la colaboración en el futuro”, dijo Williams Woolley.
Cooperativamente, evaluaron con métodos metaanalíticos los datos de 22 estudios realizados sobre el tema. En ellos, se incluyeron los datos de 5.349 individuos en 1.356 grupos. A pesar de que hubo resultados varios, notaron una clara tendencia no solo en la formación de la inteligencia colectiva, sino en los elementos que podían aumentarla o disminuirla.
Para esto, se enfocaron en puntos vitales como el género y la edad de los participantes. Asimismo, identificaron cómo en algunos estudios se trabajaban con grupos de conocidos y otros de extraños. Al final, fue claro que algunos factores tenían más peso que otros a la hora de predecir la inteligencia colectiva que mostrarían los grupos. De entre ellos, el más notorio fue el género.
¿Tener más mujeres en el grupo implica mayor inteligencia colectiva?
“(…) seguimos encontrando que tener más mujeres en el grupo aumenta la inteligencia colectiva, y en el suplemento comparamos específicamente a los colaboradores cara a cara y en línea y encontramos pocas diferencias en los elementos que conducen a la inteligencia colectiva”, comentó Williams Woolley.
En otras palabras, la participación femenina fue un factor delimitante para poder predecir la inteligencia colectiva. De hecho, mientras más alta fuera la proporción de mujeres, más alto sería el nivel de inteligencia colectiva que manifestaría el grupo.
Los investigadores observaron que este fenómeno venía ligado con los niveles de sensibilidad social de los individuos. En otras palabras, realmente no importaba si individualmente las personas eran más inteligentes, lo que verdaderamente hacía la diferencia para los resultados era qué tan propensos eran los individuos a buscar un entendimiento y colaborar con sus pares –a través de la ya mencionada sensibilidad social–.
¿El futuro se podrá predecir con base en la inteligencia colectiva?
Según apuntan estos estudios, predecir la capacidad de accionar, a través de la inteligencia colectiva, no será lo único que se podrá hacer. De hecho, estos nuevos conocimientos también serán beneficiosos para la intervención de dicha inteligencia colectiva.
De este modo, se puede dar prioridad a la agrupación de conjuntos propensos a tener niveles de inteligencia colectiva más altos. Un detalle que, a su vez, garantizará un mejor funcionamiento de la colectividad y una capacidad mayor para tomar las decisiones más adecuadas y accionar de la mejor forma posible.
Fuente: tekcrispy.com