El estrés nos sigue a todos lados. Día a día nos encontramos con un sinfín de actividades que debemos cumplir para salir adelante en la sociedad y la lista de tareas a cumplir en la vida es larga, el estudio, el trabajo, actividades familiares, actividades comunitarias, actividades sociales y muchas más.
La vida de muchas personas se mide a partir de los logros, logramos el título de estudio, logramos el trabajo, logramos hacer amigos, logramos “triunfar en la vida”…
Sin embargo, muchas veces, el estrés que nos generan las situaciones cotidianas, nos impide disfrutar y simplemente vivir. En esta ocasión, la ciencia demostró que los niveles altos de estrés en el día a día están matando al ser humano.
Estrés, cada día más mortal
Un estudio realizado por los economistas Anne Case y Angus Deaton reportó que los americanos de clase media parecerían estar sufriendo los efectos mortales del estrés. El ser humano no es ajeno a la muerte ni a las enfermedades por estrés. En Japón, por ejemplo, existe una muerte que se define como Karoshi, la muerte por trabajar en exceso y el estrés resultante.
En Japón, China y Corea del Sur, cada año mueren personas entre 20 y 50 años de Karoshi, que se manifiesta por ataques al corazón, apoplejías y varias condiciones totalmente desvinculadas con la edad.
A medida que la medicina y la tecnología mejoran, la esperanza de vida aumenta. Sin embargo, el estrés de todos los días contrarresta este aumento, destinando a la población a una muerte por estrés.
La muerte y el estrés
Las muertes que son resultado del estrés, en realidad son ocasionadas por distintos factores que son a su vez ocasionados por el estrés. En los últimos años, los casos de sobredosis de opioides, suicidio y enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol aumentaron considerablemente.
La razón por la cual sucede esto no se aleja mucho de lo que sucede en Japón: la falta de oportunidades laborales y de inclusión social. Según reportes del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, los desórdenes relacionados con el estrés han aumentado en el total de la población en las últimas décadas. Los efectos comienzan a observarse en nuestros cuerpos y salud, expresándose como enfermedades cardiovasculares, en el hígado y los riñones.
La producción excesiva de cortisol, la hormona del estrés, sucede cuando una persona está en períodos largos de mucho estrés. Ante un desbalance de la hormona del estrés, el cuerpo responde con decisiones como comer de más o la adicción, conllevando a problemas de salud graves.
El equipo de especialistas explica que estos efectos del estrés solían ser más comunes en las minoridades, donde las condiciones de vida suelen ser más propensas a desarrollar estrés constante. No obstante, en las últimas décadas el resto de la sociedad también está sufriendo de esto.
Más allá de la posición económica o social de las personas, el estrés se cuela en la vida de todos. Bajo la forma de estudio, trabajo, tareas a cumplir o a grandes rasgos la sociedad implanta el estrés en nuestras vidas. Dictando cómo deberíamos vivir para triunfar. Nuestra salud comienza a verse realmente afectada y todo parecería indicar que en los próximos años la situación solo va a empeorar.
Es tiempo de empezar a vivir un poco más.
Fuente: vix.com