Por primera vez, las tasas de hipertensión son más altas en los países de ingresos medianos y bajos que en los países de ingresos altos, afirman unos investigadores.
La hipertensión es un importante factor de riesgo de la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular, y la principal causa prevenible de muerte prematura y discapacidad en todo el mundo.
Este estudio de datos de 2010 de 90 países encontró que el 31 por ciento de todos los adultos de todo el mundo (1.39 mil millones) tenían hipertensión, y que alrededor de un 75 por ciento de ellos vivían en países con unos ingresos medianos y bajos.
Entre 2000 y 2010, las tasas de hipertensión se redujeron en un 2.6 por ciento en los países de ingresos altos, pero aumentaron un 7.7 por ciento en los países de ingresos medianos y bajos, encontró el estudio.
En ese periodo, a medida que más personas en los países de ingresos altos se hicieron conscientes de la hipertensión, las tasas de tratamiento aumentaron del 44.5 al 55.6 por ciento, y el control de la afección aumentó de casi un 18 a un 28 por ciento.
Por otro lado, en los países de ingresos bajos y medianos la concienciación solo aumentó de forma ligera, de un 32 a un 38 por ciento. El tratamiento mejoró de un 25 por ciento en 2000 a un 29 por ciento en 2010, pero el control se redujo de un 8.4 a un 7.7 por ciento, apuntaron los autores del estudio.
Los investigadores citaron varios motivos de los hallazgos, que aparecen en la edición del 8 de agosto de la revista Circulation.
«El envejecimiento de las poblaciones y la urbanización, que con frecuencia se ve acompañada de factores malsanos de estilo de vida como unas dietas ricas en sodio, grasas y calorías y una falta de actividad física, podrían desempeñar un rol importante en la epidemia de hipertensión (presión arterial alta) en los países de ingresos bajos y medianos», planteó el autor principal del estudio, el doctor Jiang He.
Dado que la hipertensión no tiene síntomas y muchas personas en los países de ingresos bajos y medianos carecen de acceso a una atención preventiva regular, con frecuencia no se diagnostica, señaló He en un comunicado de prensa de la revista.
He es profesor de epidemiología de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleáns.
Añadió que los sistemas de atención de la salud de muchos países están sobrecargados, y que carecen de los recursos para tratar la hipertensión con efectividad.
Katherine Mills, autora líder del estudio, dijo que la hipertensión debe ser una prioridad de salud pública en los países más pobres «para prevenir la enfermedad cardiovascular y renal futura, y los costos asociados para la sociedad». Mills es profesora asistente de epidemiología de la Tulane.
«Se necesita la colaboración de los implicados nacionales e internacionales para desarrollar programas innovadores y rentables para prevenir y controlar esta afección», concluyó.
Fuente: HealthDay/HolaDoctor