El desafecto de la mujer por las disciplinas tecnológicas empieza muy pronto, alrededor de los diez años, y está muy relacionado con la errónea percepción de las chicas de que sus aptitudes son insuficientes y con el estereotipo que define al “geek” como hombre brillante.
Distintas expertas se han congregado hoy en Madrid, en unas jornadas de promoción de la diversidad en la tecnología organizadas por Google, con el objetivo de analizar por qué la conciliación de feminidad y mundo tecnológico se sigue resistiendo.
Y esa falta de motivación, esa percepción limitadora aparece muy temprano, a los 10 años ya está presente, por lo que es necesario estimular a los niños desde muy temprano y enseñarles que hay diferencias entre lo que creen que son capaces de hacer y lo que realmente pueden hacer.
“Al final las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos. (…) Es verdad que hay un techo de cristal, pero hay mujeres que lo rompen porque creen que lo pueden romper”, ha defendido Couso.
Aspiraciones de las niñas
La investigadora ha destacado que el entorno tiene una gran influencia en la autolimitación y la frustración de las aspiraciones de las niñas porque, entre otras cosas, el éxito académico en chicos se asocia a la brillantez, mientras que en las chicas a que son trabajadoras: es la “cultura colectiva de la excelencia masculina”.
Un estudio de la Real Academia de Ingeniería de Inglaterra, ha contado Couso, desveló que el 73 % de los padres ingleses consideraban que hay trabajos más adecuados para sus hijas que el de ingenieras. “Y aunque no se diga explícitamente, esto se percibe”, ha denunciado.
La cuestión es, ha reflexionado la fundadora del foro de start-ups South Summit, María Benjumea, “¿cómo convencemos a la mujer para demostrarle que realmente merece la pena?”.
Ambas expertas consideran crucial que se dé visibilidad a las profesionales tecnológicas que tienen éxito, no sólo en el ámbito de la alta dirección, también en otro tipo de perfiles.
Son muchos más los hombres que se lanzan a fundar start-ups tecnológicas (en South Summit sólo el 17 % de los 3.200 proyectos presentados fueron de mujeres), ha recordado Benjumea, pero ha subrayado que los proyectos de las mujeres fracasan menos.
Jornadas de promoción de la diversidad
En el Google Diversity Day también han participado otras mujeres: su conductora, la periodista Carolina Abellán, ha manifestado que la tecnología sirve para dar visibilidad a las minorías, para crear oportunidades igualitarias, luchar contra los sesgos inconscientes y para promover la tolerancia y la inclusión.
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, ha aseverado que la tecnología permite “tirar barreras” y que “internet no conoce límites”, por lo que considera que el ser humano debería utilizarlos para evitar “ser víctima” de sus propias “definiciones y apriorismos”.
La red ayudó a la youtuber palestina Haifa Beseisso a tirar por tierra el prejuicio de que al mostrarse al mundo iba a ser juzgada o a resultar dañada: “También hay mucho amor. (…) En realidad todos queremos lo mismo, somos mucho más parecidos de lo que nos creemos. La tecnología demuestra lo cerca que podemos estar unos de otros”.
Beseisso, que comparte en su canal de vídeo las reflexiones que le suscitan sus viajes por el mundo, ha insistido en que la tecnología le ha ayudado a descubrir que los jóvenes están “hartos del odio” y que cuanto más se conozcan las personas, menores los prejuicios y mayor es la tolerancia mutua.
Fuente: Efe