¿Los teléfonos celulares en el aula de clase afectan el desempeño de los niños? Este debate se ha vuelto cada vez más intenso desde que los celulares, smartphones o tablets se volvieron algo común en los centros educativos.
Hasta la fecha, las escuelas y colegios que han intentado aplicar una política de “cero aparatos electrónicos” se han encontrado con la reacción de los padres que desean que sus hijos tengan acceso a un teléfono en caso de una emergencia.
Pero con ese afán de estar constante y compulsivamente comunicados les está causando un daño a la educación de los chicos. Un estudio de 2015 encontró que a los niños les va mejor en la escuela cuando los dispositivos móviles están prohibidos.
Para el estudio, investigadores de la London School of Economics, la Universidad de Texas y la Louisiana State University analizaron el impacto de los teléfonos celulares en el rendimiento estudiantil al evaluar 91 escuelas en cuatro ciudades del Reino Unido: Birmingham, Londres, Leicester y Manchester, antes y después de la prohibición del teléfono celular. Al observar los puntajes de las pruebas de los adolescentes en cada una de las escuelas, los investigadores pudieron determinar qué efecto tenían las prohibiciones de los teléfonos celulares en las calificaciones de los estudiantes.
En general, los puntajes en las pruebas de los adolescentes aumentaron en un 6% después de que se implementaron las prohibiciones telefónicas. Los resultados fueron incluso mejores para los niños que estaban teniendo problemas académicos: sus puntajes mejoraron en un 14% después de la prohibición.
Afectación a los más afectados
Básicamente, los efectos negativos de tener teléfonos celulares funcionando en clases son peores en aquellos que tienen mayores problemas académicos. En el otro sentido, aquellos que tienen mejores calificaciones no ven afectados de forma negativa o negativa sus puntajes.
La prohibición del teléfono celular no afectó los puntajes de los exámenes de los estudiantes de alto rendimiento ni cambió los puntajes de los estudiantes de 14 años. Los investigadores piensan que esto se debe a que los estudiantes de alto rendimiento ya han aprendido cómo enfocarse y evitar las distracciones, mientras que los de 14 años tienen menos probabilidades de poseer y usar teléfonos con tanta frecuencia que sus compañeros de 16 años o más.
Una vez que los muchachos y muchachas se dirigen a la universidad, se enfrentan a un panorama tecnológico diferente, y es poco probable que se topen con una política contra el uso de teléfonos celulares en clase.
Un estudio publicado en la revista Educational Psychology muestra que el uso de dispositivos electrónicos durante la clase no necesariamente afecta el rendimiento en el aula de un estudiante, pero sí afecta el rendimiento en exámenes. Los estudiantes que usaron un teléfono celular, computadora portátil o tableta durante los horarios de clase retuvieron menos información dictada por el profesor. Por lo tanto, estos estudiantes obtuvieron calificaciones más bajas en comparación con los estudiantes que no usaron ningún dispositivo durante la clase.
Fuente: ir21.com.uy