Hasta hace poco, las hipótesis más aceptadas sobre la llegada del ser humano al continente americano apoyaban la idea de que un corredor libre de hielo entre Siberia y Alaska permitió que las personas pudieran migrar hacia el sur. Pero hasta hace unos 12.600 años estuvo impracticable y existen evidencias anteriores a esa fecha de la presencia humana.
En el yacimiento llamado Cooper’s Ferry, en el estado de Idaho, al noroeste de EE UU, un equipo de científicos, liderado por la Universidad del Estado de Oregón, ha hallado restos de utensilios y láminas de piedra que datan de unos 16.000 años y que pudieron haber sido utilizados en el procesamiento de alimentos. Junto a las herramientas, se han descubierto también restos fósiles de caballos extintos y otros pequeños mamíferos.
Lo sorprendente de este descubrimiento no es solo su antigüedad –que precede a la cultura clovis, los indígenas que se creían pudieron ser los primeros habitantes de América–, sino su similitud con la forma de los artefactos de piedra más antiguos hallados en la isla japonesa de Hokkaido.
“Sugerimos que los primeros estadounidenses pudieron haber llegado a Norteamérica a través de una migración costera que comenzó en lo que ahora es Japón antes de hace unos 16.000 años”, declara a Sinc Loren G. Davis, director del Pacific Slope Archaeological Laboratory de la universidad estadounidense y primer autor del estudio que publica Science.
Según los investigadores, los antepasados de los primeros estadounidenses vinieron del noreste de Asia. En concreto los pueblos que llegaron al yacimiento pudieron haberse originado en las islas japonesas. “Ahora se está colaborando con investigadores japoneses para hacer más comparaciones de artefactos de Japón, Rusia y Cooper’s Ferry”, detalla Davis.
Travesía por el río Columbia
El estudio aclara de este modo el momento y la ruta por la que llegaron los primeros humanos a América, pero plantea una hipótesis contraria al modelo tradicional. La localización y antigüedad del yacimiento Cooper’s Ferry, donde se han encontrado evidencias de vida doméstica hace 16.000 años, conserva la clave para explicar esta migración.
Cooper’s Ferry, conocido por la tribu Nez Perce, se encuentra en la cuenca superior del río Columbia, que nace al suroeste de Canadá y desemboca en el océano Pacífico. Hace 16.000 años, cuando el lugar estaba habitado, no había posibilidad alguna de llegar a través de Siberia y Alaska por una ruta terrestre desde las capas de hielo del norte.
“El río Columbia pudo proporcionar a los primeros estadounidenses su primera ruta [desde el océano Pacífico] hacia las tierras interiores al sur de las capas de hielo continentales que cubrían la mayor parte de Canadá en ese momento”, subraya Davis.
Para el investigador, la migración por el río Columbia es consistente con la migración costera y la forma de vida de caza y pesca. “Las embarcaciones también pudieron ser apropiadas para este viaje”, añade.
Los paleoindios clovis no fueron los primeros
Las fechas de los artefactos, de unos de 16.000 años de antigüedad, desafían también la vieja teoría de que los indígenas de la cultura Clovis realizaron la primera migración a las Américas, a través de la abertura de la capa de hielo desde Siberia hasta América del Norte.
“Tradicionalmente, los arqueólogos pensaban que los paleoindios clovis se mudaron a América hace unos 13.250 años y que la mayoría de los pueblos nativos eran descendientes de esta migración inicial”, indica el investigador, que empezó en los años 90 a excavar en este yacimiento estadounidense.
No obstante, en las últimas décadas del siglo XX, los científicos comenzaron a encontrar evidencias de que los humanos ya estaban en el continente americano antes de que aparecieran los pueblos Clovis. “Esto sugiere que la antigüedad de la ocupación humana fue diferente y más profunda de lo que tradicionalmente se pensaba”, revela a Sinc.
“Ahora tenemos evidencia de que hubo personas en Idaho antes de que se abriera ese corredor”, apunta. Esto también confirma que los primeros pueblos se mudaron al sur de las capas de hielo continentales a lo largo de la costa del Pacífico.
En los próximos meses o años, el grupo de investigación mostrará los resultados de dataciones de otros artefactos hallados en Cooper’s Ferry. “Tenemos 10 años de artilugios excavados y muestras para analizar”, concluye Davis.
Fuente: SINC