Blue Origin cumplió con éxito este 18 de julio el noveno vuelo de prueba sin tripulación de su cohete suborbital New Shepard, destinada al turismo espacial, empleando su potencia hasta el límite.
Los técnicos de la compañía liderada por el también presidente de Amazon y hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, encendieron el motor de emergencia de la cápsula tripulable después de que se separase del cohete, empujando la nave espacial a una altitud máxima de alrededor de 119 kilómetros.
Además de probar el motor de emergencia, la prueba también provocó que la cápsula soportara hasta 10 G durante la prueba, “dentro de lo que los humanos pueden tolerar, especialmente por un corto período de tiempo”, según la compañía.
Com colofón al vuelo de prueba, tanto el cohete como la cápsula regresaron a la superficie de forma controlada, informó Blue Origin en su cuenta de Twitter.
Como la mayoría de cohetes verticales, el New Shepard está diseñado para despegar desde una plataforma de lanzamiento en las instalaciones de Blue Origin en el oeste de Texas. Encaramado en la parte superior del vehículo hay una cápsula para los miembros de la tripulación, que el cohete lleva hacia el cielo durante el vuelo.
Una vez que el New Shepard alcanza una altitud de aproximadamente 100 kilómetros, lo que a menudo se considera el borde del espacio, la cápsula y el cohete se separan. Si los pasajeros estaban a bordo, es cuando experimentarían unos minutos de ingravidez. Luego, tanto la cápsula como el cohete vuelven a la Tierra. Los paracaídas se despliegan para aterrizar suavemente la cápsula, mientras que el cohete vuelve a encender su motor para aterrizar en posición vertical sobre el suelo.
Fuente: europapress.es