El impacto de estas armas disminuye la memoria inmediata.
El impacto de una pistola eléctrica puede ocasionar breves lagunas en la memoria, revela un trabajo reciente. Conocida como pistola Taser, esta arma suele disparar unos proyectiles que transmiten pulsos eléctricos.
Con el fin de averiguar el efecto de tal descarga eléctrica en el cerebro, investigadores de la Universidad Drexel y de la Universidad estatal de Arizona reclutaron a 142 voluntarios. Bajo condiciones médicas controladas, sometieron a la mitad de los individuos al impacto de una pistola Taser. También pidieron a los sujetos del grupo de control que golpearan tan fuerte como les fuera posible un saco de boxeo con el fin de recrear en ellos, asimismo, un estado de agitación física. Todos los voluntarios respondieron numerosas pruebas cognitivas antes y después del ensayo.
Según se comprobó, la capacidad de recordar información nueva disminuyó en los participantes que habían recibido el «disparo». Incluso una cuarta parte de los sujetos que habían obtenido un resultado superior al promedio en los test iniciales presentaron, tras la descarga eléctrica, valores equiparables a los de una persona octogenaria con un déficit cognitivo leve. El deterioro se mantuvo una hora escasa.
Estos hallazgos pueden tener consecuencias, por ejemplo, con respecto a la utilización de las armas eléctricas por parte de las autoridades policiales, sugieren los autores. Entre otras cosas, ponen en duda que un sospechoso al que se ha inmovilizado con una pistola eléctrica pueda comprender en esos momentos el motivo de su arresto y la información que se le indica acerca de sus derechos.
Fuente: investigacionyciencia.es