Con la medida, 759 sitios están protegidos en 37 mil kilómetros cuadrados de 136 países
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aprobó ayer la designación de 11 nuevas reservas de la biosfera en el mismo número de países, con lo cual se eleva el número de espacios protegidos que abarcan una superficie total de 37 mil 400 kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de Países Bajos.
Entre otras, las nuevas áreas están en Colombia, España, Bélgica, Gambia –dos reservas de la biosfera transfronterizas–; también en Eslovenia, Filipinas, Italia, Mongolia, Países Bajos, República de Corea y República Dominicana. En ellas se promoverá la investigación y educación; además, se procurará reducir la pobreza, el respeto de la identidad de los pueblos y sus valores culturales, informó el organismo en un comunicado.
La Red Mundial de Reservas de la Biosfera cuenta ahora con 759 lugares en 136 países. Entre las nuevas áreas designadas destaca Darién Norte Chocoano, en Colombia, donde se extiende un puente de biodiversidad que conecta la fauna y la flora de América del Norte y del Sur. Ahí viven especies populares como el águila arpía (Harpia harpyja) y las coloridas ranas venenosas.
También se encuentran selvas pluviales tropicales hasta zonas marinas que se extienden a lo largo del Golfo de Urabá y cubre un territorio de 3 mil 16 kilómetros cuadrados.
Esa área contiene un parque arqueológico y un museo, los cuales narran la historia de la región, que llegó a albergar uno de los primeros asentamientos españoles en el continente americano, en la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, fundada a principios del siglo XVI.
La reserva tiene una población heterogénea de 24 mil 287 habitantes, compuesta principalmente por pueblos indígenas y de origen afrocolombiano. Las comunidades locales participaron activamente en la presentación de la propuesta de designación a la Unesco, en particular jóvenes y mujeres.
En los planes de gestión de la nueva reserva de la biosfera se prevé la adopción de una agricultura sostenible, la mejora de la cadena de comercialización de los productos agrícolas y el fomento del Plan de Ecoturismo Comunitario.
Otra nueva área es la de Val d’Aran, España, en el extremo occidental de los Pirineos catalanes, de unos 632 kilómetros cuadrados, el único valle de Cataluña orientado al norte. Su posición como cuenca entre el Mediterráneo y el Atlántico le confiere gran diversidad de paisajes climáticos y biológicos. También es un bastión del patrimonio cultural y lingüístico occitano.
La Val d’Aran, que tiene 9 mil 983 habitantes, ha prosperado tradicionalmente gracias a actividades variadas, como la agricultura, la artesanía y el comercio. La reciente reintroducción de osos pardos ha suscitado preocupación entre los ganaderos de la región.
Con la designación de esa zona como reserva de la biosfera se frenará la despoblación y facilitará la transición a un modelo de desarrollo rural más resiliente.
Objetivos
Las reservas de la biosfera son uno de los pilares del mandato de la Unesco como la Organización de Naciones Unidas dedicada a las ciencias.
Cada reserva promueve soluciones locales innovadoras de desarrollo sostenible, protege la biodiversidad y hace frente a la alteración del clima. Asimismo, ayudan a las comunidades locales e indígenas a través de prácticas como la agroecología, la gestión del agua y la generación de ingresos ecológicos.
También contribuyen a que los países alcancen los objetivos aprobados en diciembre de 2022 en el contexto del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que aboga por la creación de zonas protegidas que cubran 30 por ciento de la superficie terrestre y marina del planeta y por la restauración del mismo porcentaje de los ecosistemas degradados hasta 2030.
Las reservas de la biosfera son espacios del planeta reconocidos internacionalmente, seleccionados por el interés científico donde los pobladores de esos territorios desarrollan actividades socioeconómicas, humanas, y de conservación.
Fuente: jornada.com.mx