Una investigación desarrollada por investigadores de Suecia y Canadá ha dado con una fórmula que permitiría luchar a nivel individual contra el cambio climático reduciendo la huella de carbono a pequeña escala, según publica la revista Environmental Research Letters.
Según los investigadores, hay cuatro acciones eficaces que pueden reducir significativamente la huella individual de carbono, esa que generamos cada día: una dieta vegetariana, evitar los viajes en avión, no usar el coche y tener menos hijos. El potencial de estas medidas se ha pensado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los países desarrollados, sobre la base de 148 escenarios de 39 fuentes.
Según sus cálculos, no usar el coche evita emitir 2,4 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año, mientras que una alimentación sin carne evita emitir 0,8 toneladas de carbono al año. No usar el avión reduce en 1,6 toneladas las emisiones de CO2 por viaje.
Tener menos hijos, sin embargo, es la medida más eficaz para combatir el calentamiento global, señala el estudio. Tener un hijo menos disminuye las emisiones de CO2 en 58,6 toneladas por año de media en los países desarrollados, según esta investigación. Esta valoración se basa en la huella ecológica que emite un nuevo ser humano a lo largo de varias generaciones.
Importancia de los jóvenes
Una familia americana que elige tener menos hijos contribuye al mismo nivel de reducción de emisiones de CO2 que 684 adolescentes que deciden reciclar sistemáticamente sus desechos el resto de su vida, asegura el estudio.
Destaca asimismo la importancia de que los adolescentes estén preparados para estos cambios, ya que deben ajustar su estilo de vida a la emisión de 2.1 toneladas por persona al año en 2050, si se quiere cumplir con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC previsto en el Acuerdo de París.
Las cuatro medidas propuestas se han obtenido analizando 39 estudios publicados en revistas científicas e informes gubernamentales que calculan cómo las opciones sobre el modo de vida de los ciudadanos pueden reducir la huella de carbono.
Los investigadores también han analizado las medidas de lucha contra el cambio climático recomendadas por los gobiernos de Canadá, Estados Unidos, Australia y Europa y descubierto que las medidas oficiales producen por lo general menos reducciones de CO2.
Un ejemplo: unas de las medidas oficiales más recomendadas es utilizar bombillas eléctricas de bajo consumo y reciclar lo máximo posible. Estas acciones, según los investigadores, son cuatro veces menos eficaces que adoptar una dieta vegetariana.
Mayor potencial
Las acciones propuestas por los investigadores tienen mucho más potencial para reducir las emisiones que las estrategias promovidas oficialmente, señalan en su artículo, poniendo como ejemplo que el reciclaje integral es 4 veces menos eficaz que una dieta basada en plantas o que el cambio de bombillas domésticas es 8 veces menos eficaz.
El estudio añade que las medidas de contención contra el cambio climático propuestas por los gobiernos pueden representar una oportunidad perdida de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo de los niveles necesarios para impedir que el clima se caliente por encima de los 2ºC en relación con la época previa a la revolución industrial.
Los investigadores se lamentan de que los manuales escolares canadienses y los recursos gubernamentales de la UE, Estados Unidos, Canadá y Australia, pongan de relieve acciones como las que ellos proponen, en lugar de centrarse en los cambios en los hábitos que tienen un potencial mucho mayor para reducir las emisiones de carbono.
La coautora del estudio, Kimberly Nicholas, señala en un comunicado: «Reconocemos que estas son opciones profundamente personales, pero no podemos ignorar el efecto climático que realmente tiene nuestro estilo de vida. Personalmente, he encontrado muy positivo hacer muchos de estos cambios. Para los jóvenes que establecen patrones de por vida, ahora son conscientes de qué opciones tienen el mayor impacto. Esperamos que esta información anime la discusión y las decisiones de los individuos «, concluyó.
El autor principal, Seth Wynes, añade: «Hay muchos factores que afectan el impacto climático de las elecciones personales, pero nuestro estudio identifica las acciones que marcan la diferencia. Para dar un paso adelante en el clima, es necesario saber cómo nuestras acciones pueden tener el mayor impacto posible. Esta investigación ayudar a la gente a estar bien informada para tomar las mejores decisiones”.
Fuente: tendencias21.net