Anallely Gaxiola y Celina Aguirre, del Colegio Enrique Arreguín, enseñan a los niños a crear bioplástico y composta a partir de cáscaras de frutas y verduras
¿Alguien pudiera imaginarse que en un comedor escolar naciera un proyecto ecológico y que trascendiera a nivel mundial? Pues así sucedió con Organicplastic, un trabajo estudiantil basado en la naturaleza creado por Anallely Gaxiola Haro y Celina Aguirre Valdez, alumnas del Colegio Enrique Arreguín de la ciudad de Los Mochis.
Las dos brillantes jóvenes conquistaron el oro en la competencia mundial Infomatrix 2023, que se llevó a cabo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en la que participaron más de 260 proyectos científicos de más de 10 países alrededor del mundo.
De Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Uruguay, México, entre otros países latinoamericanos en modo presencial, y en virtual naciones como Turkmenistán, Ucrania, Sudáfrica y Asia Central, fueron los proyectos a vencer en la categoría de Ciencia Aplicada, en la que las alumnas del Enrique Arreguín conquistaron la cima.
En las instalaciones de la institución educativa las adolescentes se mostraron felices por este logro alcanzado por Organicplastic, un proyecto que explicaron nació precisamente en el comedor escolar al observar cómo se desperdiciaban las cáscaras de fruta, de entre las que mencionaron en mayor medida de plátano y manzana.
A partir de ahí, guiadas por su asesora, la maestra Mercedes Cardoza Gámez, trabajaron en el proyecto, en la creación de bioplástico y composta con estos desechos, y cómo diseñar los talleres para que los alumnos de secundaria hicieran a su vez su propio bioplástico y composta.
Y es que con Organicplastic y su campaña desde un principio han buscado crear conciencia entre los estudiantes del daño que ocasionan los polímeros a base de petróleo y frenar las escalofriantes cifras de 300 millones de toneladas de plástico que se producen al año tan solo en México, de las cuales solo se recicla el 3 por ciento.
Las adolescentes, que están por cursar el quinto semestre de nivel bachillerato en el Colegio Enrique Arreguín de Los Mochis, señalaron que a diferencia del plástico, que tarda entre 100 y mil años en degradarse, el bioplástico tarda entre de 18 meses hasta un periodo máximo de seis años, dependiendo su fabricación.
De manera paralela a la fabricación casera de bioplástico enseñan a los alumnos de educación básica a hacer composta no sin antes orientarlos sobre su utilidad en beneficio de la naturaleza.
Juan Fernando Villasana Falcón, director de preparatoria del colegio, manifestó que tanto Anallely, a quien le gusta practicar el box, spinning danza y natación, como Celina, a quien le encanta el estudio de la biología, forman parte del cuadro de honor de la escuela y de todo México, de quienes reconoció su constancia, esfuerzo, sacrificios y dedicación para alcanzar la cima de Infomatrix mundial 2023.
Fuente: debate.com.mx