Científicos de EEUU y Sierra Leona descubrieron un nuevo virus del ébola en murciélagos: esta es la primera vez que se detecta un nuevo virus en el portador, y no en un infectado (persona o anmal). La descripción del virus y su genoma fue publicada en la revista Nature Microbiology.
La gran epidemia del ébola se produjo en los años 2013 a 2016 en los países de África Occidental de Liberia, Guinea y Sierra Leona. En total se registraron más de 28.000 casos, más de 11.000 de ellos murieron. Los brotes locales de la enfermedad continúan hasta ahora. En total se conocen cinco variedades del virus del Ébola, todos ellos, excepto uno, infectan a los humanos. La epidemia del 2013-2016 la causó una especie de Zaire y su brote en la República Democrática del Congo continúa hasta nuestros días.
El nuevo virus se llama Bombali (abreviado BOMV) por el lugar del hallazgo. Fue encontrado por miembros del proyecto estadounidense PREDICT cuya misión consistía en buscar patógenos de enfermedades antes de que infecten a las personas. Dentro de este proyecto, de marzo a septiembre de 2016, los científicos tomaron muestras de 535 animales en Sierra Leona, incluyendo 244 murciélagos. Los autores dicen que la detección del virus en murciélagos refuerza la sospecha de que pueden ser el reservorio natural del agente causante de la enfermedad.
El virus fue hallado en cuatro murciélagos insectívoros de dos especies, Chaerephon pumilus y Mops condylurus, que vivían en las casas de las personas. Anteriormente, los murciélagos de estas especies pasaron por una infección experimental con el virus del Ébola de Zaire. Este es el sexto virus descrito: como se ha señalado en el artículo, la glicoproteína de la envoltura del virus de Bombali le permite infectar las células humanas, pero no está claro si es peligroso para los seres humanos y si existen casos de infección. “Aunque BOMV puede infectar células humanas, por ahora no tenemos evidencia de que puede causar enfermedades”, dice el artículo.
Los autores instan a no intentar matar murciélagos, ya que, además de dañar el medio ambiente, esto solo puede aumentar el riesgo de propagación del virus. Además, el artículo hace hincapié en que antes en los estudios sobre la propagación del Ébola se prestaba atención solo a los grandes murciélagos que se alimentan de fruta, pero ahora es necesario estudiar también murciélagos insectívoros pequeños.
En mayo de este año, las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo informaron que un nuevo brote del virus del Ébola había causado la muerte de al menos 17 personas. Ahora, un aumento súbito en las muertes ha hecho que el número de personas muertas se eleve a 75.
Fuente: nmas1.org