Cuando el iceberg se separe definitivamente de la barrera de hielo, será uno de los mayores nunca registrados, aunque es difícil pronosticar cuándo sucederá.
La ESA ha difundido una animación de las imágenes de sus satélites Sentinel-1, que muestran la progresión acelerada de una grieta que va a seccionar la enorme barrera de hielo antártica Larsen C.
Esta animación de los radares espaciales con ‘visión nocturna’ muestra que la fisura se ha extendido unos 60 kilómetros desde enero del año pasado. Y desde principios de enero de este año, se han separado otros 20 kilómetros, por lo que, en estos momentos, la plataforma de 350 metros de grosor apenas se encuentra unida por un hilo a la península antártica. La grieta ahora tiene unos 175 kilómetros de longitud.
Las barreras colindantes, Larsen A y Larsen B experimentaron un proceso similar, con roturas espectaculares en 1995 y 2002, respectivamente.
Estas barreras de hielo son importantes, ya que actúan a modo de refuerzo, reteniendo el hielo que fluye hacia el mar desde el interior del continente helado.
Los dos satélites Sentinel-1 son fundamentales para descubrir y vigilar acontecimientos como estos, ya que son capaces de proporcionar imágenes de radar de forma continua, a pesar de que la Antártida permanece inmersa en la oscuridad durante varios meses al año.
Fuente: Europa Press