La gente desconfía, pues sospecha que hay estrategias políticas que desvirtúan el respaldo científico de la vacuna
El pueblo estadounidense está reticente a confiar en la vacuna contra Covid-19, y éste es el reto a superar, de acuerdo con Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, de la Unión Americana.
“El desafío será convencer a las personas de que se vacunen”, expresó este funcionario apenas el 30 de noviembre pasado, en una plática virtual con el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg.
Durante una conferencia virtual auspiciada por la Universidad de Columbia, ocurrida el 10 de diciembre, dijo que la gente en Estados Unidos sigue pensando que el plan del gobierno para frenar la Covid-19 está sesgado por intereses ajenos a la ciencia.
“Es extraordinaria la cantidad de ideas que la gente genera por asuntos como el uso de cubrebocas en lugares públicos. No hay lugar para estratagemas políticas para afrontar la pandemia”, aseguró.
La vacuna genera desconfianzas
Muchos estadounidenses estaban reacios a aceptar vacunas probables contra la Covid-19, según encuestas de octubre. Sin embargo, ahora que en la Unión Americana hay una vacuna aprobada y lista para aplicarse, la de Pfizer, pareciera que el criterio se ha suavizado un poco.
Una reciente encuesta de Gallup, publicada el 8 de diciembre, muestra que aún un 37 % de estadounidenses no quiere recibir la vacuna contra Covid-19.
El estudio realizado del 16 al 29 de noviembre, comenzó una semana después del anuncio de Pfizer y BioNTech de que su vacuna había demostrado una eficacia superior al 90 % en los ensayos clínicos de fase 3.
“Gallup preguntó por primera vez a los estadounidenses en julio sobre su probabilidad de someterse a la vacunación, y al menos tres de cada cinco dijeron que lo harían. Esa proporción persistió en agosto. Sin embargo, a mediados o finales de septiembre, la disposición del público disminuyó”, dice la casa encuestadora.
A finales de octubre, la disposición a vacunarse había repuntado, llegando al 58 %.
“Inicialmente, las mujeres y los hombres decían, en igual proporción, que recibirían la vacuna, pero ellas cambiaron de idea en septiembre, y ahora tienen menos probabilidades que los hombres de expresar su disposición”, señala Gallup.
De manera similar, los adultos no blancos se encontraban entre los más dispuestos a vacunarse en julio, pero ahora están a la zaga respecto a los adultos blancos.
“Al mismo tiempo, los graduados universitarios siguen siendo más proclives que aquéllos sin títulos universitarios a aceptar la vacuna, pero menos que en julio”.
Fuente: tecreview.tec.mx