Se llama Bárðarbunga y se encuentra a 2.009 metros sobre el nivel del mar. Normalmente no tendría mayor interés si no fuera porque se trata del volcán más grande de Islandia cuyas últimas señales sísmicas anuncian una inminente erupción.
De hecho, los geólogos lo están monitoreando cuidadosamente después de una reciente avalancha de actividad sísmica, lo que indica que la presión en el volcán está aumentando. Según explica el experto Páll Einarsson, de la Universidad de Islandia:
La razón de que se den terremotos en este lugar es que el volcán Bárðarbunga se está inflando, es decir, la presión en la cámara de magma está aumentando. Claramente, el volcán se está preparando para su próxima erupción, que puede ocurrir en los próximos años. Los terremotos de la semana pasada son solo los síntomas de este proceso, realmente estos no provocan la erupción del volcán.
Al parecer, estas señales comenzaron en febrero del 2015, momento en que terminó la última erupción del volcán (que comenzó en agosto del 2014). Antes de ese evento, Bárðarbunga había causado una serie de pequeños terremotos desde 2007.
Es curioso, la erupción del 2014 fue relativamente leve si se compara con la que hubo en el 2010 con el volcán Eyjafjallajökull, más pequeño. En este último caso, un estratovolcán subglacial, el calor del mismo derritió la capa de hielo, lo que causó inundaciones.
Además, luego arrojó ceniza a varios kilómetros de la atmósfera, transportándola miles de kilómetros sobre Europa y dejando unas insólitas imágenes como algunos recordaran (muchos vuelos en Europa se interrumpieron).
Bárðarbunga también es un estratovolcán subglacial, y aunque es posible repetir el caos causado por Eyjafjallajökull, para los investigadores y expertos es poco probable, al menos así se demostró en la erupción del 2014.
Por cierto, el volcán no es el único al que se le está dando seguimiento, se espera que en los próximos años entren en erupción otros tres: Grímsvötn, Hekla y Katla, siendo este último el más peligroso de todos.
Fuente: Science Aler