Parar el uso y abuso del consumo de plástico sigue siendo una de las grandes tareas pendientes del mundo empresarial, de ciudadanos y de la sociedad en general. Poco a poco se va avanzando los gobiernos de muchos países han prohibido envases de plástico de un solo uso, el sector del gran consumo empieza a implicarse con el objetivo de erradicar este gravísimo problema y la comunidad científica busca nuevos materiales más sostenibles. Pero, a veces la solución nos la brinda la misma naturaleza.
Un supermercado tailandés ha dado con una solución sencilla, económica y 100% sostenible: envolver los alimentos frescos en hojas de plátano. La propuesta del supermercado Rimping en Chiangmai (Tailandia) ya se ha hecho viral en redes sociales con la publicación de varias fotos en la cuenta de Perfect Homes Chiangmai.
Los internautas han elogiado masivamente esta iniciativa, sencilla y natural, y una excelente manera de dejar de emplear bolsas de plástico en el súper. Porqué, a diferencia del film de plástico y las bandejas de poliestireno, las hojas de plátano son orgánicas, por lo que pueden usarse como compost y dejar nutrientes importantes al suelo.
Además, las hojas del árbol de plátano son largas, delgadas y flexibles, estas características permiten hacer un envoltorio fácilmente. Por si fuera poco, su superficie se asemeja a la cera y esto les da una propiedad impermeable única . En Tailandia, las hojas de banano están disponibles durante todo el año, por lo que no escasean y pueden permitirse continuar esta tendencia.
Este no es el primer caso de un supermercado que decide prescindir de los envases de plástico para los alimentos frescos. En Nueva Zelanda una cadena de supermercados vende la fruta y la verdura “desnuda”, es decir, sin ningún tipo de envoltorio. Aldi es otra cadena que está aplicando esta iniciativa y han empezado por sus comercios en Reino Unido.
También, hace un año, La Vanguardia contaba la historia de San P edro La Laguna, un pueblo guatemalteco que ha decidido vivir sin plásticos. Sus habitantes han sustituido todo este plástico por otros materiales biodegradables y han vuelto a sus orígenes. Ahora, el pan lo guardan en servilletas tejidas por artesanos de la región; la carne, pescado o queso se envuelve en hojas de plátano; o la compra en el mercado se carga en canastas tejidas con palma.
Fuente: lavanguardia.com