Desde hace dos décadas el casquete polar del Ártico pierde hielo todos los meses, no solo durante primavera y verano, como sucedía antes
La imagen de un enorme bloque de hielo proveniente del Ártico que circula por las costas de la Isla de Terranova, Canadá, le dio la vuelta al mundo. El avance del iceberg coincide con la alerta emitida por la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) donde se advierte que el calentamiento global es un tema del pasado. Ahora la humanidad atraviesa la era de la ebullición global.
Los desprendimientos de icebergs sorprenden a todo el mundo, excepto a los habitantes del noroeste de Canadá. La Isla de Terranova tiene relación importante con los icebergs que se mueven alrededor de su territorio debido al clima subártico. Se estima que navegan aproximadamente 40 mil bloques de hielo de diferentes tamaños alrededor de la isla. Estos han sido responsables de múltiples naufragios de barcos canadienses durante cientos de años. El caso más representativo es el hundimiento del Titanic, a 650 km de la isla.
Los bloques de hielo se originan en Groenlandia a solo 3,400 km de la isla canadiense. La circulación de icebergs se considera normal en el territorio. Existe una época de desprendimiento de hielo que se le atribuye a la temporada cálida, establecida en los meses de mayo y julio. Sin embargo, con cada año que pasa, la frecuencia de bloques en los mares aumenta. Los datos climáticos también reportan que el hielo del ártico no se está recuperando.
El fenómeno de los icebergs en aumento ha cambiado la economía de las poblaciones locales. Los habitantes de la costa canadiense dejaron sus actividades tradicionales, como la pesca, para dedicarse al turismo y a la captura de bloques congelados de miles de años. Los denominados cazadores de icerbergs, por ejemplo, venden el agua de los bloques bajo el concepto de ser un líquido más puro y natural que el resto. De acuerdo con la agencia AFP, un litro de agua de iceberg se cotiza en un dólar y una botella de marca alcanza un valor de 16 dólares.
La circulación de icebergs en Terranova es fructífera para la economía de los canadienses, pero es un síntoma del deshielo de los polos de la Tierra. Desde hace dos décadas, el casquete del norte pierde hielo todos los meses y no, como se acostumbraba, en primavera y verano. La cantidad mínima de hielo marino disminuye a una tasa de 13.1% por década, según información de la NASA.
Existe una proyección creada por los científicos Yeon Hee Kim, Seung Ki Min, Nathan P. Gillett, Dirk Notz y Elizaveta Malinina que estima que el océano ártico se quedará sin hielo marino por primera vez en 2050. Sin embargo, un reciente análisis reveló que el deshielo total podría suceder a partir de 2030.
El derretimiento de los casquetes polares y el hielo marino de los océanos se ha acelerado y los climatólogos no están seguros del motivo. La estimación más aceptada sobre el aumento en la velocidad es el ciclo de retroalimentación hielo-albedo.
El efecto albedo es la capacidad de la superficie blanca de reflejar los rayos del sol y dirigirlos de nueva cuenta al espacio. Si la luz no llega al agua, el mar no se calienta y el hielo se preserva. El derretimiento de hielo marino expone mayor cantidad de superficie de agua de color oscuro. El líquido absorbe los rayos del Sol y eleva su temperatura. El hielo restante se derrite para abrir paso a más extensión de mar. El ciclo de hielo-albedo no solo continúa, sino que se retroalimenta.
Del otro lado del mundo, en el Antártico, la situación es similar. Un último análisis de Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos indicó que, en solo dos décadas, desapareció una masa de hielo marino equivalente al territorio de Argentina.
Fuente: wired.com