Los científicos aún no consiguen encontrar una explicación a este extraño comportamiento. Los nativos del lugar apuntan a que este tipo de ‘ritual’ es más habitual cuando en las cercanías hay depredadores o se produce una situación de estrés por parte de la manda. De esta manera, podría tratarse de una reacción unida para ahuyentar a un potencial peligro.
Fuente: sputniknews.com