Las poblaciones de vertebrados, desde pájaros a antílopes, no están, en términos generales, en declive pese a lo que previamente se ha sostenido, según un estudio divulgado este miércoles en Nature.
Un equipo de biólogos de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) encontró que la percepción de que las poblaciones de vertebrados de todos los tipos están decreciendo de manera dramática ha sido impulsada por un pequeño número de poblaciones.
No obstante, los expertos señalaron que una vez apartan a ese grupo, se obtiene una percepción de biodiversidad global “esperanzadora”.
El estudio recuerda que las poblaciones son grupos de individuos de la misma especie que conviven en una área particular, con lo que los descensos en el tamaño de la población precederán a una pérdida de la especie.
En base a datos históricos de vida salvaje, desde 1970 se ha estimado que las poblaciones de vertebrados han declinado en una media de más del 50 por ciento.
“Sin embargo, dados los previos métodos matemáticos empleados para hallar modelos de poblaciones de especies vertebradas, esta estimación podría surgir de dos escenarios muy diferentes: los declives sistemáticos extendidos o unos pocos declives extremos”, según explicó el principal autor del estudio, Brian Leung, de la Universidad McGill, y presidente de la UNESCO para Diálogos por la Sostenibilidad.
En esta investigación, los expertos utilizaron una base de datos de más de 14.000 poblaciones de vertebrados de todo el mundo e identificaron alrededor de un 1 % de poblaciones de vertebrados que han sufrido caídas extremas de población desde 1970 -como los reptiles en áreas tropicales de Norteamérica, América Central y América del Sur y los pájaros en la región Indo-Pacífico.
Al tenerse el cuenta el citado 1 %, se detectó que el resto de poblaciones de vertebrados, en líneas generales, ni aumentaba ni decrecía, cuando se agrupaban todos juntos.
Leung apuntó que “algunas poblaciones están realmente teniendo problemas y regiones como la del Indo-Pacífico están mostrando declives sistemáticos extendidos”.
“Sin embargo -agregó- la imagen de un ‘desierto de biodiversidad’ global no cuenta con el apoyo de la evidencia”.
Este descubrimiento “es bueno, y sería muy desalentador si todos los esfuerzos de conservación de las últimas cinco décadas tuvieran poco efecto”, opinó.
“Nos sorprendió lo fuerte que era el efecto de estas poblaciones extremas a la hora de impulsar los datos estimados previos del declive medio global”, observó, por su parte, la coautora del estudio Anna Hargreaves, profesora del Departamento de Biología en el citado centro de estudios.
Según esta experta, los resultados “identifican regiones que precisan de medidas urgentes para aminorar los declives extendidos de la biodiversidad, pero también nos dan razones para confiar en que nuestras acciones pueden lograr una diferencia”.
Fuente: EFE