El niño prodigio, Boyan Slat, comenzó con dieciéis años a preocuparse por la situación del planeta debido al cambio climático. Con 18 dejó la universidad para centrarse en The Ocean Cleanup, la empresa que fundó y de la que es CEO, con dos proyectos ambiciosos, el primero lleva meses en funcionamiento limpiando de plásticos el océano y recientemente ha ido a la fuente, comienza a limpiar los ríos más contaminados del mundo pues los expertos estiman que del 10% de los ríos proviene el 80% del plástico en el océano.
Comenzó con un proyecto escolar, ayudados por una tabla de surf (no disponían de un barco) se adentraban lo que podían en el mar con una red de arrastre y volvían a la orilla gracias a la fuerza de las olas. Su estudio finalizó concluyendo que en 2020 la cantidad de plásticos en el mar alcanzaría los 7,25 millones de toneladas.
Ya con su empresa sin ánimo de lucro creada, The Ocean Cleanup, a través de una sistema de financiación colectiva desarrolló el primer prototipo para limpieza de plásticos en el océano. Una tubería flotante de 60 metros en forma de «U», con un cono de tres metros en el centro que se sumerge y atrapa la basura. Un barco acude regularmente a recoger los plásticos acumulados.
Como él mismo comenta en uno de sus vídeos publicados en twitter, el hecho que se ha producido este jueves es importante para hacer visible un problema ‘invisible’. Por muchos estudios que se hagan, él ha creado el primer prototipo para la recogida de residuos en el océano y ahora se puede «literalmente ver un problema que estaba sumergido en el mar».
«2018 fue un año de altibajos, 2019 el de la confirmación»
El equipo de The Ocean Cleanup ha atendido a RTVE y nos han comentado que «el propósito de la primera misión en el Gran Parche de Basura del Pacífico fue confirmar el concepto de recolección pasiva de plástico por medio de las fuerzas naturales del océano». «Después de varios altibajos, en octubre de 2019, anunciamos que el sistema estaba funcionando correctamente, capturando y recolectando desechos plásticos», han añadido desde la organización.
El primer prototipo, el System 001, «no conservaba el plástico como debería, y a pesar de los intentos de remediar esto y las confirmaciones de diseño exitosas, el sistema sufrió una fractura por fatiga, lo que provocó la necesidad de devolver el sistema a la costa en enero de 2019». Pero gracias al trabajo del «equipo de ingeniería rediseñó un sistema modificado en tiempo récord e implementó el sistema actualiazado en junio de 2019, el System 001/B», han asegurado y en octubre se confirmó el correcto funcionamiento.
¿Qué hacer con el plástico recopilado?
Desde The Ocean Cleanup nos han confirmado que «el material que recopilamos en 2018 con Wilson se ha utilizado completamente para el desarrollo de productos y las pruebas de procesos» pero están en camino «para reutilizar este plástico (mientras que antes habíamos usado el plástico para fines de investigación, es decir, la «Mega Expedition» en 2015 y con Wilson en 2018); éste será el primer lote que reciclaremos en un producto de consumo».
La empresa se financió inicialmente con un crowdfunding del que no facilitan datos pero las cifras apuntan a 53 millones de dólares y se limitan a comentar que están «financiando el proyecto con la ayuda de donaciones, patrocinios filantrópicos, comerciales y gubernamentales», pero ahora, para continuar con su maravillosa labor han decidido reciclar el plástico recogido en productos que la gente pueda adquirir para colaborar con el proyecto.
El siguiente paso es «clasificar y limpiar el plástico, lo que nos dará una idea de la cantidad y calidad del mismo». Desde el inicio pensaron en «crear una cadena de valor sobre la base de los escombros recolectados, con el objetivo de financiar las operaciones de limpieza continua».
«Esta será la primera vez que se intentará producir productos totalmente hechos de plástico extraído del océano, será un desafío» han añadido y sobre cuándo estarán disponibles han afirmado que «en septiembre de 2020; los detalles del producto, el precio y la cantidad también se anunciarán en ese momento».
El Interceptor pretende cerrar el grifo de plástico hacia el océano
Como el propio Boyan Slat comenta en una de sus presentaciones, una vez logrado recoger el plástico del océano convenía hacerse una pregunta: ¿Cómo evitas que siga llegando?.
Comenzó a estudiar los ríos del mundo y con cámaras térmicas detectaba y analizaba los plásticos. Era inabarcable ocuparse de todos los ríos del planeta pero sus estudios determinaron que del 10% de los ríos del mundo llegaba el 80% de los plásticos al océano, la mayor parte situados en el sudeste asiático.
«El 26 de octubre desvelamos The Interceptor para evitar el flujo implacable de contaminación plástica hacia los océanos del mundo», nos han comentado desde The Ocean Cleanup. Su utilidad es abarcar los dos lados de la ecuación: «Por un lado con el System 001/B se puede recoger el pástico que ya está en el océano y The Interceptor complementa al mismo al atacar el flujo de basura plástica en su origen, la vasta red de ríos del mundo». Su presentación en Youtube ya ha superado el millón de reproducciones.
«El Interceptor es la primera solución escalable para interceptar la contaminación plástica de los ríos y se puede implementar en todo el mundo. Es capaz de extraer 50.000 kg de basura por día, incluso llegando a 100.000 kg por día en condiciones optimizadas», han añadido también que uno de los mayores problemas fue que nbo afectar ni al propio río ni a su fauna y flora.
Este proyecto de un holandés de 25 años, Boyan Slat, y su equipo de The Ocean Cleanup puede ser un antes y un después en la sostenibilidad, combatir el cambio climático y, además, autofinanciado.
Fuente: rtve.es