En las últimas horas, el huracán Irma se convirtió en cateogría 5 y, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, se dirige hacia el Caribe. Pero ¿qué significa esta clasificación y cómo llegó a ese punto?
Un huracán pasa por diferentes etapas antes de formarse como tal. Todo comienza con un ciclón.
La formación de los ciclones en los océanos se vuelve favorable cuando la temperatura de la capa superficial de agua supera los 26° Celsius y existe una zona de baja presión atmosférica hacia la cual convergen vientos de todas direcciones.
Los vientos en la zona circundante fluyen y aumenta el ascenso del aire caliente y húmedo que libera vapor de agua. El calor latente, ganado por la condensación del vapor de agua, es la fuente de energía del ciclón.
Por la influencia de la fuerza de rotación de la Tierra, el aire converge, gira y comienza a moverse en espiral, en sentido contrario a las manecillas del reloj, en el caso del Hemisferio Norte.
La evolución de un ciclón tropical puede llegar a desarrollar cuatro etapas.
Etapas de evolución
- Perturbación Tropical: Zona de inestabilidad atmosférica asociada a la existencia de un área de baja presión, la cual propicia la generación de vientos convergentes cuya organización eventual provoca el desarrollo de una depresión tropical.
- Depresión Tropical: Ocurre cuando los vientos se incrementan en la superficie, producto de la existencia de una zona de baja presión. Dichos vientos alcanzan una velocidad sostenida menor o igual a 62 kilómetros por hora.
- Tormenta Tropical: El incremento continuo de los vientos provoca que alcancen velocidades sostenidas entre los 63 y 118 km/h. Las nubes se distribuyen en forma de espiral. Cuando el ciclón alcanza esta intensidad se le asigna un nombre preestablecido por la Organización Meteorológica Mundial.
- Huracán: Es un ciclón tropical en el que los vientos máximos sostenidos alcanzan o superan los 119 km/h. El área nubosa cubre una extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo lluvias intensas.
El ojo del huracán alcanza normalmente un diámetro que varía entre 24 y 40 km. Sin embargo, puede alcanzar hasta 100 km.
¿Beneficios?
Aunque resulta difícil pensar que estos fenómenos pueden tener algún aspecto positivo, no es imposible: gracias a la precipitación proporcionada, las presas se llenan y los acuíferos se recargan. Eso propicia el flujo de agua para la agricultura, generación hidroeléctrica y el suministro de agua potable.
Fuente: milenio.com